jueves, 14 de enero de 2010

Walking on thin ice

Vaya invierno que llevamos. Todo empezó la semana antes de Navidad, nevando sin parar colapsando el país. Uno pensaría que Holanda está preparada para las inclemencias del tiempo, al fin y al cabo, viven al norte, nevará por aquí también, ¿no?
Pues la respuesta es no. Aquí no están acostumbrados a la nieve. Las calles se llenan de centímetros de nieve que al principio quitan los coches al pasar y en las calles principales después la quitanieves, pero un tiempo después.
En cuanto a las aceras, pues ahí se queda. Desde luego que eso de que el peatón es el último mono aquí es cierto hasta las últimas consecuencias. Luego te encuentras que pasan cosas como lo que le ha ocurrido hoy a Linda, una compañera del trabajo. Ha ido a una reunión que tenía en una ciudad cerca de Ámsterdam y por no llegar tarde ha decidido ir en tren y después andar hasta la oficina. Nada, 10 minutos a lo máximo. Pues claro, como aquí ni Perry limpia las aceras ha terminado rompiéndose un tacón.
Es que aquí el que quiere un deporte de riesgo camina por la acera. Debe ser que el concepto "echar sal" no está muy extendido por aquí. Pero claro, es que también dicen que cada vecino es responsable de su trozo de acera. Ya, ¿y las partes que no son de nadie qué?
En fin, que así está nuestra entrada, llena de nieve. Aunque hoy parece que ha hecho un poco de sol y ha empezado a derretirse. A ver si esta noche no hace mucho frío, si no mañana podemos irnos patinando a la estación...