Desde luego que es verdad eso de que hay partes de tu vida que son cíclicas... Hace más o menos un año me dejé la bici con la llave puesta en la estación (claro que quién iba a llevarse esa mierda de bici... no la querían ni regalá), y hoy me voy al trabajo y al llegar me doy cuenta de que me he dejado el portátil en casa.
Una ovación para mí. Me la merezco.
Una ovación para mí. Me la merezco.
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