lunes, 30 de abril de 2012

Koninginnedag!


El día de la reina el país se tiñe de naranja. Hasta en la página del tiempo.

Holandeses con camisetas, boas, diademas, petos de león y zuecos, minivestidos embutidos, gafas, viseras, el pelo pintado con spray, medias de fútbol, pelucas, sombreros... todo naranja. Y si es fosforito, mejor que mejor.

Todo el mundo sale a la calle a emborracharse y escuchar música chunda-chunda en los múltiples escenarios por todas las ciudades.

La verdad es que hemos tenido un fin de semana que ha sido un no parar.

El viernes a tomar unas cervezas y cenar. Yo me volví a las 2 a casa, pero el resto llegaron a las 5. 

El sábado, salimos por la noche en Arnhem y nos volvimos en el último tren, pero seguimos por Nijmegen, con parada en el Febo a que unos amigos comieran algo de esa fritanga que tanto gusta en estos lares, cruzamos a sentarnos en un banco en el medio de la rotonda. Uno quería saber de quién es la estatua que hay en el centro, que si mira, hay un pato, otra que quería una kroket. Volver a cruzar de la rotonda a la calle, despedirnos. Luego esperando en el semáforo unos holandeses estilo Cristiano Ronaldo dando el coñazo... 

El domingo yo me quedé en casa, el Queen's night era demasié. Pero ellos volvieron a estar de juerga, me llamaron a las once y pico de la noche para que se cortara la llamada.

Esta mañana al final hemos quedado para ir a Arnhem y estaban destrozados. Pero aún así hemos aguantado el día allí y a la vuelta hemos ido a cenar para reponer fuerzas.

Solo decir que mañana ya es martes, un día menos para el viernes. Y el sábado al Bevrijdingsfestival!

jueves, 26 de abril de 2012

Esas cosas que solo se ven en este país (II)

Rubio. Pelo corto y rizado. Vestido de negro, bien tapadito. En bicicleta. Con una megacaja sobre el manillar que le llega a la barbilla. Mientras llueve. Pasando un resalto.

...Y ¡más difícil todavía!

lunes, 16 de abril de 2012

Cumplir los 50 en Holanda

Para los holandeses que sea tu cumpleaños mantiene la misma ilusión y sentir especial que cuando eras pequeño. Es un gran acontecimiento y todos mantienen un calendario con los cumpleaños de sus amigos y compañeros de trabajo (a menudo en la puerta del baño).

Pues bien, hoy era el 50 cumpleaños de una compañera del trabajo. En Holanda cumplir 50 años es todo un acontecimiento en la vida y tiene su aquél. Aquí nadie esconde que cumple la edad que cumple y los compañeros y familia se encargan de que a nadie se le pase: carteles con la foto del/la homenajeado/a (con 50 por todas partes, especialmente en señales de prohibido ir a más de 50), banderitas, monigotes, incluso alguien me contó que en la fiesta que se hace en casa del recién estrenado como cincuentón había un muñeco vestido como Abraham que resultó ser un actor y que asustaba a todo aquél que llamaba a la puerta para entrar a la fiesta (Halloween y fiesta de cumpleaños en uno, ahorrando, sip).

Llegar a los 50, que es "ver a Abraham" (o Sara si es mujer), tiene su ritual en la oficina. Ya van un par de compañeros que los han cumplido pero yo no estaba. Pero hoy no me he perdido el pastel típico de los 50 con forma de Sara:


Es como una especie de panetone con pasas y cubierto con la fruta que se ve en la foto. Estaba rico, casi que lo prefiero a las tartas cubiertas de 20 kg de merengue con otros 20 kg de canela.

Y como no podía faltar tampoco, un lang zal ze leven en honor a la cumpleañera

miércoles, 11 de abril de 2012

Aquí seguimos

... en los últimos coletazos de la varicela. Esperando a que se sequen todas las ampollas y no me queden muchas marcas. Hoy sin querer me he llevado una costra en la frente y me va a quedar cicatriz :_(

Y he vuelto a trabajar, desde casa, pero por lo menos ya hago algo más que estar en el sofá. Ahora estoy en el sofá con el portátil del curro. Un cambio sutil que ha hecho que pase de marmota a hormiguita trabajadora. Me estaba volviendo locatis perdía.

Emociones del día: me llegó una postal que me mandó mi hermana desde Florencia (ay, mis vacaciones, mis vacaciones) y ha pasado el señor de Liander a medir los contadores (nooo, otros 500 euros de gas y luz extra nooo).

Por lo demás, poca novedad. Sigo sin salir a la calle, snif, snif. En cuarentena, pero menos, jeje.

domingo, 8 de abril de 2012

¡¿Pero qué es esto?!

Que son más de las nueve y media de la noche y ahora se ponen los vecinos a dar martillazos y golpes y están con una herramienta eléctrica no identificada (o HENI, uy, debiera haber buscado un acrónimo más gracioso). Debe ser que no han tenido día suficiente o que mañana no es día libre en Holanda.

Creo que son los mismos que otro domingo a las once de la noche se pusieron a hacer otra cosa en la pared que compartimos.

En serio, ¿estoy en Holanda? Pensaba que estas cosas no pasaban, que eran respetuosos y esas cosas. Lo típico de "si haces ruidos fuera de hora en vez de tener a tus vecinos llamándote la atención directamente tendrás a la policía", igual que pasaba en Alemania, que más de una vez a la residencia se presentó una pareja de policías para que bajáramos el ruido en las fiestas en la residencia.

Pues nada, que no. Que ya me pasó en la otra casa donde vivía que un domingo (¿por qué siempre los domingos?) a las diez de la noche mientras intentaba ver la tele se pusieron a hacer algo en la pared (sonaba como si arrastraran algo contra ella) a tal volumen que poniendo la tele a tope no conseguía oírla. Y estaba ya en pijama. Así que esa vez me dije: si a las once no han parado me presento en su puerta en pijama y todo. Pero a las diez y media pararon. Ellos se perdieron la performance.

El problema ahora con estos vecinos es que no sabemos cómo llamar a su puerta. Porque no tenemos ni zorra de cómo entran en casa. Es una casa entre casas. Y aparentemente, sin puerta.

Menos mal que estoy de vacaciones varicélicas y me da igual que se tiren de obras hasta las mil. Bueno, no, que la pared de mi habitación da contra ese lado. Hummm.

sábado, 7 de abril de 2012

Varicela holidays (II)

Bueno, aquí seguimos en el día... espera, que tengo que ver el calendario... vale, quinto día ya. En fin, que aquí seguimos en el quinto día post diagnóstico, aburrida como una ostra. Afortunadamente esto ya no pica y se está secando, pero sigo sin poder salir, ya no solo por la vergüenza de que me vea así la gente, sino porque sigo siendo infecciosa. Aunque la verdad es que ayer llamaron a la puerta y pensando que sería una amiga abrí sin preguntar y resultó ser el de los contadores. Querido señor de Liander (empresa que lleva esas cosas): si usted no había pasado la varicela, sepa que en unos 10 días empezará a sentirse como una mierda y a los 2-3 días se llenará de manchitas rojas. Lo siento en el alma.

Mis días los dedico a: ver Érase una vez, The Wire, leer un libro, cambiar de postura en el sofá para que no se me duerman las piernas o pies (o culo), jugar con la gata, ver como la gata duerme, ver cómo la gata mira por la ventana cómo el gato de los vecinos se da un garbeo, jugar a juegos del facebook, leer el periódico.

Y hablando de leer el periódico, esta mañana he leído que Alicia Silverstone (la que hacía de Bat girl en ese chiste de película que fue Batman y Robin con George Clooney de Batman) se dedica a dar de comer a su hijo como si fuera un pájaro, esto es, regurgitando.

¡¡¡QUE AJJJJJCOOOOO!!!

Pero quién puede comer así, con lo mal que huele la saliva. Venga, que todos lo sabemos: la saliva huele mal. Esas veces que estornudas y se queda el olor de las babas, buaaaggg, o peor: esas veces que alguien distinto estornuda y huele. O que has usado una cucharilla en la taza antes de meterla al microondas, dejas la cuchara en la boca, la sacas... En fin, que no pretendo ponerme escatológica, pero coño, que esa comida tiene que dar asco comérsela. Con babas, calentorra, maloliente, joder, que se me está revolviendo el estómago.

Y así seguro que pillas la varicela, fijo.

Y no, así no la pillé yo.

jueves, 5 de abril de 2012

Varicela holidays

Y tercer día con varicela... afortunadamente, los picores pasaron el primer día, y ayer y hoy los chococrispies se están portando. Más que picor tengo algún dolor, sobre todo en una ampolla que tenía justo donde pasa la patilla de las gafas. A parte de eso y el dolor de garganta, solamente sufro de múltiples llagas en la boca.

En este tiempo me he leído los periódicos, estoy viendo una serie que se llama Érase una vez, sigo con The Wire y leo L.A. Confidential. La gata se pasa todo el día durmiendo a mi lado en el sofá y he tenido un par de visitas.

Mi vida se reduce al sofá. La verdad es que me extraña que no se me aplane el culo de tanto estar aquí.

martes, 3 de abril de 2012

Pongo un circo y me crecen los enanos (o cómo pillar varicela con 28 años el día en que te vas de vacaciones)

Aquí estamos, en el momento en que más o menos debía estar en el aeropuerto pasando los controles me encuentro en casa, en pijama, la loción antipicores recién extendida y repitiendo un mantra mental "no te rasques, no te rasques, no te rasques".

Sí señor, siempre estúpidamente orgullosa de no haber pasado ninguna de esas "enfermedades de niños" voy y pillo la varicela vete a saber dónde. Y me lleno de granos y ampollas el día en que iba a volar a Italia para hacernos una ruta por la Toscana.

Por lo visto este viaje está ya un poco gafado, yo no puedo ir porque me atan mis picores y que soy altamente infecciosa, y a mi hermana y una amiga les cancelan el vuelo por la huelga de controladores franceses. Ay que joderse.

En fin, todo empezó con una fiebre inofensiva que pensé que sería un catarro, malestar general, dolor de cabeza, ayer unas ronchas rojas, que pasaron a ampollitas hasta que hoy me levanto que parezco un chococrispies. Al médico a que me confirmara las sospechas: varicela y nada de viaje.

Después del paso por la farmacia de vuelta a casa a rebozarme en loción y tomarme un paracetamol. Y lo peor de todo: encontrar la postura. Nunca se puede imaginar una que se ponga como se ponga, todo picará. En el sofá, sentada, de lado, arrebujada, abierta de piernas (con perdón), con los pies encima del puff. Nada, siempre pica algo. Bueno, pues me voy a la cama. Acabo quitándome los pantalones porque la goma siempre pilla ampolla. Boca abajo, de lado, ahora paso el brazo por aquí, ahora por allá, boca arriba. No hay manera. Esta noche lo voy a pasar mal no, lo siguiente.

Y verme en el espejo. Ahora que la cara también: todo rojo, abultado, en algunas partes megaampollas, hasta dentro de la oreja. Pero ¿qué estooo? Snif, snif. Maldito virus.

Me dice el médico que tengo que estar así mínimo una semana. Me voy a volver loca. Si me veo una serie, estoy deseando que termine el capítulo porque estoy con el baile de san vito. Si me leo un libro tengo que volver hacia atrás porque no me concentro. La música me irrita. La gata me irrita. No tengo hambre, no quiero comer. Las cosas frías duelen, las cosas calientes duelen.

Odio estar enferma. Y en cuarentena.