martes, 17 de diciembre de 2013

Kerstpakket version 5.0

El año pasado ya comenté la jugada, o más bien, cómo nos la habían jugado con la cesta de Navidad 2012.

La sorpresa este año ha sido menor porque una amiga ya la recogió antes y nos mandó una foto de lo que nos esperaba.

Pero eso no quita decir que este año ha mejorado considerablemente. Aunque solo sea por el regalo.

Que qué es lo que lleva la cajita. Bueno, pues una vez que abres la caja (bastante ligera, por cierto), te saluda esto:


Y entonces, ¿cuál es la temática de este año? ¿Qué país o región representa? Bueno, la temática de la maleta navideña sólo puede describirse como diabética:
 

- 1 Bolsa de ositos de goma
- 1 Twix
- 2 Tarritos de mermelada como esos de los hoteles
- 1 Bolsa de nubes
- 2 Gofres
- 1 Bote de nata en espray
- 1 Caja de barquillos
- 1 Paquete con un bizcocho de especias holandés
- 2 Cervezas (para bajar el bizcocho)
- 1 Botella de vino
- 1 Minitarrina de paté de pollo (para eso, mejor ni meterla)
- 1 Caja de trufas
- 1 Caja de galletas
- 1 Caja de regaliz negro (los famosos dropjes repiten en la cesta)
- 1 Caja de wilhelminas (caramelos tipo peppermint)
- 1 Caja de té (vuuueeeelve, a la cesta vueeeelveee, vueeelve a tuuu hogaaaar; una cesta de Navidad sin té no es lo mismo, oiga)
- 1 Bolsa de merengues
- 1 Caja de nosequé de queso y sésamo
- 1 Caja de panecillos para hacer canapés
- 1 Bolsa para meter los zapatos de viaje
- ¡¡¡¡¡Y una maleta de mano!!!!

Oye, si al año que viene la cesta vuelve a ser decente, se confirmará mi teoría: 1 año mierda, 2 buenos, 1 año mierda, y así sucesivamente.

Recopilemos: 2009, cesta de comercio justo (una mierda, eso de tener comida para pájaros fue un WTF en toda regla), 2010, cesta de temática asiática (poco navideño, pero bien), 2011, cesta sudamericana (ya acostumbrados a no tener turrón), 2012, cesta holandesa (maaaaaal), 2013, maleta navideña (guaaay). 

A ver qué nos depara el 2014 con una cerveza en la mano y un gofre en la otra.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Albúminen

Hace unos años, estando en un mini concierto de Travis, mi hermana y yo sufrimos lo que a partir de ese momento sería llamado el "efecto albúmina"...

Para los que no sepan de qué va la cosa, la electroforesis es un método para separar moléculas en función de su carga eléctrica. Se pone un polo positivo, uno negativo, un soporte donde poner la mezcla y se conecta a un campo eléctrico. Sirve para separar, por ejemplo, proteínas. La albúmina es una proteína y corre que se las pela por el campo eléctrico, migrando a velocidad mucho más alta que otras proteínas.

Después de este apunte nerd, en el que seguro que he metido la pata unas cuantas veces, vamos al tema.

El efecto albúmina: dícese de la persona, durante un concierto, que migrará desde una punta de la sala hasta colocarse enfrente de ti en menos de lo que canta un gallo. Y será una de las más altas. La migración suele ser en horizontal, derecha-izquierda o izquierda-derecha. No se descartan migraciones en vertical, pero no son tan habituales.

Viviendo en Holanda el efecto albúmina no sólo se ha multiplicado, sino que ha crecido exponencialmente. Afortunadamente, la altura del sujeto en cuestión no (pero casi).

Y todo esto para decir que el sábado pasado fui a ver por vez primera a mis adorados Depeche Mode, me busco un sitio majo para verlos, y antes de que empiecen los teloneros se me planta un vigardo de 2 metros justo delante.

Y entonces me muevo un metro más a la izquierda, y entre los empujones, que llega el tío de la mochila-barril de cerveza (lo que no tengan los de Heineken...), que me muevo un poco por aquí, llega otro tiarrón y se me pone delante.

Cagontó.

Y entre canción y canción, todos sufrimos un poco de electroforesis y acabé viendo algo más...

Let's have a Black celebration...

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Y qué paso con la carrera? ¿Muchos tobillos rotos?

Al final ganó una alemana que es una profesional en eso de correr con taconazos. Así no vale, lo que tiene que molar es ver a amateurs 100%, y no a una señora que corretea con tanta soltura. 

Es como la San Silvestre, que la gana siempre un profesional africano pero lo que mola es ver a la gente disfrazada.


Leñe, qué velocidad. Soy yo y a los dos pasos ya he caído de lado (verídico, un verano caminando por la calle con unas sandalias de plataforma pisé un adoquín fuera de su sitio y pude notar a cámara lenta cómo iba inclinándome poco a poco hacia la derecha hasta pegármela. Y sin haber bebido T_T).

Pero también es importante saber que sólo participaron 3 mujeres. Debe ser que no hay tanta gente loca como cabría esperarse. Pero eso también mola. Si llegas la última puedes decir que llegaste la tercera...

miércoles, 30 de octubre de 2013

Todo por la fama eterna

Es una pena que me lo vaya a perder...

Hace poco, un amigo ponía en el caralibro una gran noticia: Nijmegen va a intentar entrar en el libro Guiness de los récords. 

La prueba: una carrera de tacones por las calles de Nijmegen.

¿Carrera de tacones? Surgen grandes dudas ante esta noticia, y más si tenemos en cuenta que la página oficial está en holandés.

A todos los interesados, ahí va:

¿Dónde? Nijmegen, Molenstraat. Calle, como todas las del centro, hecha de adoquines ensamblados con arena, que no cemento. Verás tú dónde van los tacones a atascarse.

¿Cuándo? 1 de noviembre, a las 13 horas. Así, para remover bien el sandwich y la sopa del almuerzo.

¿Quién puede participar? Pues mujeres y hombres (ains, ¿no lo pondrán en internet con una webcam?), en dos categorías: de 21 a 35 y mayores de 35.

¿Qué tipo de zapatos vale? Ay amigo, que aquí no vale cualquier cosita. Si te pensabas que unas plataformas o cuñas valían, no, no: los zapatitos tienen que ser stilettos de un mínimo de 9 centímetros de alto ¡y como máximo 1,5 de ancho! Me da a mí que las urgencias se colapsan con esguinces, fisuras y roturas. ¡Pobres tobillos!

Armas de destrucción masiva de tobillos


¿El premio? El primero en llegar de cada categoría se lleva 100 euros, fama eterna y el récord. Para el segundo y tercero, cheques regalo y cosas así. Mmm, ¿cubrirán esos 100 euros las facturas médicas?

Por supuesto que no se hacen responsables de nada de lo que te pase durante la carrera, ya que si eres tan temerario de correr 100 metros por calles adoquinadas encaramado a unos stilettos de 9 cm, es porque confías suficientemente en tus capacidades físicas. Y si no, que sepáis que hay un puesto de primeros auxilios para los accidentados.

Se comentaba que esta carrera es muy posible que esté patrocinada por la unión de fisioterapeutas y traumatólogos de la ciudad.

Es que hay gente que no sabe en qué gastarse los 350 euros de franquicia del seguro médico...

lunes, 14 de octubre de 2013

Roadtrip veraniego por la Bretaña francesa - Día 5 (o el del váter asesino)

Quimper - Quimperlé - Carnac - Quiberon - Sainte-Anne d'Aurey

Como poco a poco nos fuimos retrasando en el planning, decidimos incluir Quimper para la mañana siguiente. Fuimos tempranito a verla y nos gustó bastante. La catedral es de estilo gótico y como iba siendo habitual, muchas casitas con vigas de madera.

Y como va siendo habitual, en todos los viajes me tiene que ocurrir algún que otro percance... Estábamos en el mercado de la ciudad y mi hermana dijo que necesitaba ir al baño. Tuvimos suerte e indicaban baños fuera del edificio. Creímos ver que eran de pago, así que dijimos "bueno, pues no dejamos que se cierre la puerta". Después de mi hermana, que entró en el de minusválidos, sujeté la puerta y entré. Y al cerrar veo que se oye un ruido de agua y que la taza del váter se ha levantado y se está limpiando. Ah, pues guay, más limpia estará. Y de repente venga a salir agua, venga a salir agua, y mis pies que empiezan a mojarse porque sale agua de la pared, a ras del suelo. Y yo que empiezo a gritar como una loca y la puerta que no se abre, y mis pies empapados. Y por fin atiné a abrir y mi hermana y amigos todo preocupados porque me oían gritar y no podían abrir la puerta y no sabían que pasaba. Pues pasó que se me mojaron todos los pies y las piernas con la desinfección del baño xD

Con los pies a remojo nos fuimos a Quimperlé a darnos una vueltecita y después a Carnac a ver los alineamientos de menhires. La verdad es que fue un chasco muy grande. Son alineamientos muy grandes de pequeños menhires. Vamos, que el del primer día tendríamos que haberlo visto el último y así nos hubiéramos ido bien contentos, jaja. Tuvimos mucha suerte y salió el sol, tanto que me quemé en plan agroman. Estuvimos como hora y media/ dos horas paseando por allí, pero se puede pasar medio día por ahí caminando. Hay también cairns por allí. Y todo gratis, oiga!

Volvimos al coche y para Quiberon. Desde el principio había mucho tráfico y no sabíamos muy bien por qué. Supusimos que era por la playa, pero cuando nos dimos la vuelta el atasco era monumental, y al llegar al hotel nos dimos cuenta de que era viernes!

Lo que más me gustó de Quiberon fue el istmo. Impresiona ver una franja de tierra en la que cabe una playita por un lado, la carretera al medio, y por el otro lado otra playita. El aire era de los que se te lleva hasta la ropa. No nos extrañó nada que hubiera tantísima gente practicando kitesurf.


Esa noche nos quedamos a dormir en Sainte-Anne d'Aurey, en un hotel que debía ser para gente mayor, porque el señor nos dijo que no podíamos usar el párking si volvíamos de noche porque hacíamos mucho ruido al abrir la verja y despertábamos a los vecinos. ¿Pero qué tipo de verja era esa? ¿Las de las películas de terror?

viernes, 11 de octubre de 2013

Holanda quiere hasta mi hígado

Resulta que ya no les basta con que pague mis impuestacos, ¡ahora se quieren quedar hasta con mis órganos!

Cuando llevas tanto tiempo como yo aquí, el gobierno holandés supone que te vas a quedar más tiempo y te manda una carta para que te hagas donante de órganos. Por lo visto todos los holandeses al cumplir 18 años tienen que decidir si serán donantes o no.

Te dan varias opciones: Sí, no, que decida mi familiar tal y tal. Pero siempre tienes que contestar y enviar el formulario de vuelta al gobierno.

La verdad es que es bastante curioso...

domingo, 15 de septiembre de 2013

Roadtrip veraniego por la Bretaña francesa - Día 4

Ploumanac'h - Lanvellec - Guerlesquin - Huelgoat - Pleyben - Pointe du Raz - Plogoff

Tras recoger nuestros trastos de la habitación dejamos el hotel y nos volvimos sobre el camino para visitar Ploumanac'h.

No podíamos continuar nuestro viaje sin visitar la costa de granito rosa, ¡y qué vistas nos hubieramos perdido!


Hay unos cuantos caminos para hacer senderismo por la zona y una cala preciosa rodeada del granito. Hasta hay piedras en el medio del mar que sirven para separar la zona de baño de la de los veleros. Llegamos hasta el faro y disfrutamos de las vistas con un cielo bien azul. La verdad es que durante toda la semana tuvimos un tiempo genial para ser Bretaña.


También estuvimos en las canteras de granito. Bueno, las vimos desde fuera ya que al ser una zona de trabajos están cerradas por seguridad.

Como ese día no teníamos un plan muy definido, nos dejamos llevar por el mapa turístico que llevábamos. Así acabamos yendo al castillo de Rosanbo y a Guerlesquin.

El castillo en realidad era moderno y no tenía mucho para ver. Eso sí, el jardín estaba muy bien cuidado. No lo recomendaría a no ser que pille de camino.

En cuanto a Guerlesquin, nos gustó bastante. Es uno de los pueblos pequeños con caracter, pueblecitos con encanto, vaya. Coincidió que estaban de fiestas y todo el pueblo estaba reunido en la plaza mayor para comer y para competir en el lanzamiento de menhires.

Aprovechamos para comer algo por allí y degustar los dulces típicos de la zona, como el kouign amann.

Aunque teníamos una idea de lo que poder ver en nuestro camino hacia el hotel que teníamos en Ergué-Gabéric, preguntamos en la oficina de turismo qué nos recomendaban. Madre mía, si la tía casi no tenía ni idea, y además una desgana... Nos confirmó que Huelgoat era una zona que merecía la pena, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo limitado que teníamos. Los Monts d'Arré es una zona dentro del parque nacionar Armorique, pero sólo pudimos darnos una vueltecita por Huelgoat y la roca temblante en el bosque junto al pueblo.

Tras Huelgoat nos dirigimos a una zona famosa por las iglesias parroquiales, entre ellas es famosa la de Pleyben, y para allá que fuimos. 


De camino, por los pueblos, vimos más de esas iglesias. Una de las características que comparten todas es el calvario frente a la iglesia, que detalla a Jesús y los ladrones en la cruz, junto a otras figuras a los pies de las cruces. Además, la puerta de entrada está siempre a un lateral de la iglesia. Los líquenes han hecho de las piedras su casa por todas partes y se nota muchísimo el castigo del viento y la lluvia en las esculturas.



Nuestro plan ese día era ver Quimper y después ir al hotel. Sin embargo, mientras íbamos por la carretera vimos un cartel indicando la dirección a Pointe du Raz, y pensándonos que estaba mucho más cerca de lo que en realidad nos esperaba, para allá que nos fuimos.

Pointe du Raz es el Finisterre de Bretaña, el cabo más occidental, con unas vistas preciosas al atardecer, que fue cuando llegamos.

Como teníamos hambre y ya no llegábamos a cenar en Quimper, decidimos comer algo en Plogoff. Así que degustamos unas galletes con sidra antes de marchar para el hotel atravesando el pueblo y viendo otra de las famosas iglesias parroquiales.

Pero como no podíamos nunca llegar al hotel sin problemas, ahí nos perdimos al intentar entrar al hotel y volvimos a incorporarnos a la autopista. Nos dimos un garbeo por allí antes de, esta vez sí, encontrar la entrada al parking.


Chorrada del día: YMCA en Ploumanac'h

jueves, 5 de septiembre de 2013

Roadtrip veraniego por la Bretaña francesa - Día 3

Dinard - Cap Fréhel - Abadía de Beauport - Paimpol - Plougrescant - Tréguier - Perros-Guirec - Lannion

Nuestra segunda y última mañana en el B&B de Plouër-sur-Rance empezó inundando otra vez el baño. Claro, cuatro personas duchándose en una bañera sin cortina es llamar al desastre. La verdad es que como era verano no me importó mucho, pero la verdad es que me inquietó ver que la calefacción en ese baño consistía en un radiador eléctrico. Vamos, que sales de la ducha y te calientas a base de un buen calambrazo gracias al radiador.

Ese día la señora nos dejó el desayuno y antes de irse nos pidió la llave. ¿Qué llave? Anda, que nos tenía que haber dado una. Bueno, nos hubiera gustado más saber que el perro se escapaba en cuanto abrías la puerta para poder evitarlo.

Desayunamos sin compañía y nos marchamos a visitar Dinard, nuestro primer destino del día.

La verdad es que me decepcionó un poco. Comparándola con las murallas de Saint-Malo o el aroma medieval de Dinan, Dinard, que fue ciudad balneario en la belle epoque se queda en nada. Nos dimos una vuelta por el pueblo alrededor la playa siguiendo un camino que subía por las rocas y te llevaba a la bahía, justo enfrente de Saint-Malo. Bonitas vistas, pero poco más. Nos acercamos a la oficina de turismo a que nos dijeran qué había que ver. Ya lo habíamos recorrido casi todo, así que nos fuimos al siguiente destino.


Cerca del Cap Fréhel nos habían recomendado parar en Fort La Latte, un castillo-fortaleza. Sin embargo al llegar resulta que había un festival medieval y había que pagar como 15 euros para ver las actividades para niños. Como nuestra visita era más rápida que tirarnos allí todo el día, decidimos pasar e ir directamente al cabo.

A la entrada del cabo de cobran 2 euros por aparcar. Así que religiosamente pagamos al chaval y nos fuimos a dejar el coche.

¡Qué vistas!

La mayoría de playas que vimos en la Bretaña eran más bien planas, tanto que en 5 minutos había subido la marea cosa bárbara. Sin embargo, en el Cap Fréhel estábamos rodeados de acantilados. 


La Abadía de Beauport está en ruinas, pero en su tiempo (y aún hoy en día, como se puede ver con la concha del Km. 0), fue punto de partida del Camino de Santiago.


Pasamos por Paimpol de camino al Sillon de Talbert, como una pasarela de más de 3 km que se adentra en el mar. Se formó por efecto de congelarse las rocas de alrededor, que se fraccionaron y por efecto del agua y las mareas acabaron siendo arrastradas, dejando tan solo el cordón. Es una reserva natural.


Nuestra última parada del día antes de ir al hotel en Lannion era Perros-Guirec, pero por el camino pasamos por Tréguier... y tuvimos que parar allí. Muy muy bonita, y la iglesia de la plaza central era tan antigua que las piedras estaban deformadas, las antiguas gárgolas estaban irreconocibles y el musgo y las plantas creían por doquier ¡a lo largo de toda la pared! Los miércoles durante el verano son días de mercado y feria, puedes encontrar todo tipo de artesanías y comida. Nos gustó muchísimo, es lo bueno de ir con un plan flexible, paras donde quieres y encuentras pequeñas joyas :)

Vimos Perros-Guirec sin apenas luz y también queríamos ver las canteras de granito rosa, así que decidimos darnos un garbeo rápido y marcharnos al hotel y al día siguiente volver rápidamente.

martes, 3 de septiembre de 2013

Roadtrip veraniego por la Bretaña francesa - Día 2

Mont-Saint-Michel - Sant Malo - Saint Suilac - Dinan

Nuestro día comienza con una ducha en una bañera sin cortina. El B&B donde nos alojamos está bastante bien. La señora nos contaría al día siguiente que tienen 3 casas seguidas en propiedad y una es el B&B donde nos alojamos. A nosotros nos parecía que eran las antiguas habitaciones de los hijos xD

Una de ellas era claramente para las hijas del matrimonio de la otra habitación que nos asignaron: todo pintado de rosa, lleno de florecitas y corazones. Eso sí, la mega estantería que teníamos en una pared llena de cómics tipo X-men y The walking dead. Grandes cuentos universales para dormir.

En fin, que después de inundar el baño, bajamos a desayunar. Un desayuno francés por todo lo alto: pan con mantequilla y mermelada casera, vienesas y otros bollos. Vamos, que nos pusimos como el kiko!

Luego nos estuvo la señora aconsejando sobre qué ver por la zona. Nosotros ya teníamos un plan más o menos, pero gracias a ella acabamos parando en Saint Suliac ese día. Para ella era "très jolie", pero es que todo lo era para ella xD

Primera parada: Mont-Saint-Michel.

Aparcamos el coche como todo el mundo y decidimos ir dando un paseo recorriendo la distancia que separa el aparcamiento del Mont-Saint-Michel. En menos de una hora se puede hacer. Para los más comodones hay un bus que te lleva del centro de visitantes a la entrada.

Impresiona ver los restos de la marea alrededor de la isla. Una explanada de arena plana y mojada y en el centro la impresionante isla, con la abadía coronándola. No hay palabras.


El problema es que el encanto se rompe cuando te ves encajonada en las estrechas callejuelas a rebosar de turistas. Andando como en una procesión de Semana Santa fuimos tirando para arriba. 

Una de las cosas que más me gustaron fueron los carteles que anunciaban restaurantes y negocios. Muy bonitos, le daban a las calles un encanto especial...



La entrada a la abadía fueron 9 euros. Información importante para los que sufran el síndrome de la vejiga menguante: el baño está en las escaleras al poco de entrar y es tu última oportunidad, porque se sale por otro sitio y ya no hay más baños. Muy práctico, oiga.

Como la abadía fue construida sobre el monte, para poder hacer un suelo plano se sirvieron de las cámaras bajo la iglesia.

Allí nos comimos un bocadillo compartido con unos gorriones que nos rodearon pidiéndonos arrgo por caridad. Para el viaje de vuelta, con la solana que nos pegó, preferimos la lanzadera.

La segunda parada del día fue Saint Malo. Tras un paseo por la playa para refrescar los pies, recorrimos las murallas de la ciudad. 


Es una ciudad no muy grande y el paseo por las murallas merece más la pena que por el centro.

De allí, fuimos a Saint Suliac, un pueblecito de pescadores que nos recomendó la dueña del B&B. Muy recomendable, las casas están decoradas con redes de pescadores y las vistas son muy bonitas.



Ya casi sin luz, como nos pasó todos los días, llegamos a Dinan antes de volver al hotel a disfrutar un merecido descanso. Aunque estaba ya cansada y sin ganas de mucha visita, Dinan me gustó mucho. Precisamente con llegar de noche las plazas con casas armadas con vigas de madera. Las vistas desde la muralla son muy bonitas, con el río y el puerto.


Y a dormir, pero antes de eso, mientras abríamos la puerta del B&B se nos escapó el perro de la casa, y como los dueños se habían ido de parranda no hubo quien lo metiera para dentro. Se tiró más de una hora ladrando, apareció un vecino encabronado diciendo que el perro daba el coñazo cada vez que se escapaba. Nos dijo que no era culpa nuestra y se fue a casa frustrado mientras el jodío perro no hacía más que ladrar y ladrar. Al final se cansó y cuando Fran le abrió la puerta se metió para dentro y nos dejó en paz.

Seguro que ese perro es feliz cuando van a pernoctar unos cándidos como nosotros...

sábado, 24 de agosto de 2013

Roadtrip veraniego por la Bretaña francesa - Día 1

El viaje de este año no ha sido muy lejano pero sí una maravilla.

Nos costó decidirnos pero al final nos decantamos por ir a la Bretaña francesa. Y así era posible que nos encontrara más o menos el mismo tiempo que el que tuvimos en Islandia el verano pasado xD

Debido a la cercanía, mis compis de viaje decidieron ir en coche desde España, así nos ahorrabamos también el alquiler de un coche. Yo me fui en tren; la ida muy bien, la vuelta ya con percances propios de la casa, para variar.

Ya para empezar digo que nuestro viaje fue bastante caótico en cuanto a idas y venidas. Somos hiperflexibles a la hora de planear y si alguien ve algo que le mola en el medio del camino, pues se para. Así que nada de sustos a la hora de ver los trayectos tan particulares...
Día 1: Nantes-Fougères-Dol-de-Bretagne-Cancale-Plouër-sur-Rance
Empezamos nuestro periplo en Nantes, que ahora no es Bretaña pero históricamente, sí. Los duques de Bretaña tenían aquí una de sus residencias.

Dejamos el coche en un parking subterráneo cerca de la catedral y nos dimos un buen garbeo por la ciudad. Vimos la catedral, las calles con casas timbradas, el castillo de los duques y desde las murallas la torre de Lu. Paseíto por la ciudad y aprovechamos la oportunidad de comprar un tentempié para el camino hacia la isla de las máquinas, donde un elefante mecánico iba paseando a turistas y bañando a otros en función de si te llevaba a lomos o eras suficientemente torpe para que te pillara el chorro a pie de calle.

La siguiente parada en nuestro camino fue Fougères.

Dejamos el coche en la zona alta, cerca de la iglesia y el ayuntamiento para dar un paseo por el jardín adyacente y poder bajar al centro histórico. Desde el jardín pudimos admirar unas vistas geniales de la fortaleza.


Bajamos por el jardín para visitar el centro, lleno de casitas timbradas, el castillo y subiendo la cuesta para arriba again. Es un pueblo muuuy bonito y merece la pena hacer una parada en el camino.

Continuamos hacia Dol-de-Bretagne en dirección a la costa. Desde la carretera se podía ver de vez en cuando el Mont-Saint-Michel en la distancia, aumentando las ganas de la visita al día siguiente. 

Dol-de-Bretagne tiene la catedral de San Samson en el centro muy bonita, con 2 torres, una de ella más baja que la otra, así como si la hubieran cortado de un espadazo. Muy cerca está el Menhir de Champ-Dolent. Este menhir mide más de 9 metros y cuando estuvimos por allí estaba increíblemente vacío. Tan solo una pareja estaba sentada en uno de los merenderos cerca, lo que nos dio total libertad para hacernos decenas de fotos haciendo el imbécil con el menhir: que si todos saltando, que si saltando de uno en uno, por grupos, haciendo que teníamos el menhir en la espalda como Obélix... fotos monguer, vamos, que se nota que la cámara es digital y son gratis. Y la pareja que estaba por allí también se lo pasó a lo grande riéndose de nosotros xD
Tan feliz que levitaba

De allí, nuestra última parada antes de ir a Plouër a buscar nuestro Bed & breakfast, nos dirijimos a Cancale, a ver la costa y comer pescadito aunque es famosa por las ostras. Desde la costa de Cancale hay vistas a la bahía del Mont-Saint-Michel, que se ve en el horizonte :)

Y ya, cansaditos de tanto ajetreo, nos fuimos a buscar nuestro lugar de reposo.

lunes, 12 de agosto de 2013

¡Viajeros al terraplén!

Está claro que no puedo irme de viaje sin que me pase algo...

Ayer estaba de vuelta en el tren París-Ámsterdam. Cuando compré el billete hace un par de meses estaba un poco decepcionada con que tuviera que pillar el tren bastante temprano, pero después del palizón que nos dimos en el viaje por Bretaña (que ya contaré, que tiene más "momentos Eva") me gustaba la idea de llegar a casa a media tarde.

Pues no. Porque cuando por fin estábamos cerquita de Róterdam, se para el tren. Al cabo de un rato anuncian que estamos parados porque hay mucho tráfico. Empieza a dar el sol por la ventanilla. Mmm, guay.

Pasan 5 minutos y ahora resulta que el tren se retrasará 30 minutos por problemas técnicos. Jooo que me duele el culo ya de estar sentada :(

A los 10 minutos vuelven a dar un aviso y ya llegamos a los 50 minutos de retraso. A los 5 minutos ahora resulta que hay un problema de señalización y el restraso es de 1 hora. 

No puedo dejar de señalar el detalle, tan holandés por otro lado, de que nos anunciaron que el coche-bar estaba situado en el vagón número 4. A río revuelto, ganancia de holadeses, perdón, pescadores.

Y ya por último, cuando llevábamos una hora en ese tren (yo al lado de un adolescente holandés al que le cantaba el alerón que no veas) nos dicen que van a evacuar el tren y llevarnos en autobús.

Flipante, oye.

Nos tocó caminar hacia un vagón en el medio del tren y bajar por unas escalerillas que nos instalaron para bajarnos. Ahí en medio de un terraplén ayudados por señores de ProRail con chaleco fluorescente y casco.

Si es que lo que no me pase a mí...

martes, 23 de julio de 2013

Ah, ¿querías verano? ¡Pues toma verano!

Llevo un tiempo sin escribir, pero es que tener el ordenador cerca me da mucho calor.

Desde que volví de España llevamos unas semanas de calor por Holanda que nunca antes las habíamos vivido durante tanto tiempo. Otros años un par de días a 30 grados, lluvia, baja la temperatura, te quedas en 25 otros 2 o 3 días y luego se pone a llover y ya hasta el otoño.

Pues este año llevamos ya unos cuantos días de tener 30 grados o más en el salón. Cualquiera se sienta en el sofá o una silla, se te queda todo pegado. Y en la calle te va dando el Lorenzo que no veas, más la humedad. Esto es como un país tropical pero de rebajas.

De momento ya nos han llegado las lluvias pero las temperaturas no bajan. Lo que quiere decir que vamos a ir listos entre los 30 grados y la humedad. Me veo a más de uno en plan Camacho en el mundial de Corea...


martes, 2 de julio de 2013

Me voy buscando el verano

Parece que hace siglos que no escribo (ains, el viaje a Bolonia, que iba a seguir y ahí se quedó :-/) pero es que no he parado. La operación bikini, que ha acaparado todo mi tiempo :P

Y ahora me voy de vacaciones unos días. A buscar el calor y sol, joder, como los jubiletas holandeses xD

Toca visita familiar, conocer a los nuevos miembros de la familia, ver amigos, hacer turismo, comer y beber cosas ricas, ricas, quemarme, que luzco un moreno de flexo que ríete tú de las paredes encaladas en verano, y bañarme en la piscina (¡bieeen!).

Ya contaré más cosas a la vuelta; mis viajes en avión desde Holanda/Alemania suelen venir acompañados de gente curiosa y sucesos imprevistos. A ver qué toca esta vez =)

lunes, 10 de junio de 2013

Soy imbécil (versión 3.0)

¡Anda! ¡Si tiene chicles en la mochila! Bueno, tiene un paquete dentro de la funda de papel y otro blister fuera. Mejor si cojo de los de fuera, que veo que solo le quedan 2. Mmm, son de menta.

(2 minutos después)

Cof, cof, cof. Joder, qué picor de garganta. Cof. Si que era fuerte la menta... pero con efecto retardado. Cof, cof, cof.

(Un rato después)

Cof, cof, cof. Joder con la tos de mierda esta.

(Llegamos a casa de unos amigos)

¡Hola! Cof, cof. Hostia, qué tiene el chicle este que de tanto toser estoy un poco mareada y me pica la garganta que no veas.

(De 5 a 10 minutos después, empiezo a atar cabos y...)

¡¡¡¡Jodeeeeeerrrrr!!!! ¡¡Que el chicle este es de los de nicotina para dejar de fumar!! (y yo no fumo).

Ahora me explico los mareos...



Y esa fue la vez que me fumé un cigarrillo entero :S

miércoles, 22 de mayo de 2013

5 signos lingüísticos de que llevas mucho tiempo fuera del país

1. Ya no dices "hola" sino una mezcla de "hi" y "hey". Un jaeeiii

2. Por increíble que parezca, ya no dices "vale" sino "ok".

3. La palabra "sí" está en vías de extinción y sueles responder con un yeaaa mezcla del "ja" holandés y el "yeah" en inglés. Así te aseguras que en ambos idiomas te entiendan. Una pena que en español ya no.

4. Empiezas a conjugar los verbos irregulares como regulares. Y acabas hablando regulero.

5. Cuelas en la conversación palabras en inglés porque no tienes ni puñetera idea de cómo se traduce eso, si es que alguien lo ha traducido alguna vez (¿regulatory? ¿compliant? ¿trials?).

Vamos, que cada vez mi familia me entiende menos y se asusta más.

domingo, 19 de mayo de 2013

Me siento como dentro de un pinball

Llevo unas semanas que entre cursos, viajes, reuniones y días libres, reboto de un lado a otro.

Bélgica... Francia... Holanda... Alemania... Holanda... Malta... Holanda... España... 

... Y lo que me queda.

Eso sí, por lo menos de vez en cuando me echo unas risas. El otro día mientras esperaba el avión a Malta con 2 compañeros del curro me fui al baño antes de que nos llamaran para embarcar. Mientras hacía cola porque estaban todos ocupados se abre una de las puertas y de ella sale un hombre. La cara de susto que puso fue impagable. Jajaja, cómo miraba alrededor el pobre sin entender lo que pasaba. Me dio por descojonarme en el baño y ya no paré hasta que salí de los aseos.

Luego resultó que iba en mi avión. Seguro que la próxima vez mira dos veces si el muñeco lleva falda.

viernes, 3 de mayo de 2013

jueves, 18 de abril de 2013

Yo de mecánica no tendría precio

Hace un par de semanas decidí que después de más de 4 meses desde el accidente, era momento de mirar cómo estaba la bici de verdad y traérmela a Nijmegen.

La verdad es que el lado izquierdo está bastante raspado y perdí un reflector, pero como parecía que la rueda de atrás rozaba con algo, quería revisarla en condiciones. Y por en condiciones quería decir alguien que sepa.

Porque el viaje de la oficina a la estación fue muy duro: la bicicleta no quería avanzar y me tocó empujar, y cambiarme de lado como 20 veces, y empujar un poco más.

Por más que miraba qué podría ser, nada, que no sabía.

Y ya por fin en la estación me metí en la cabina esta donde están las máquinas para comprar el billete (porque la bici también necesita su billete para subir al tren) y la solté de cualquier manera. Se golpeó contra una barra y sonó un POMMM que pensé "ay madre, ya me la he cargado 100%".

Pero el caso es que cuando salí hacia atrás, la rueda trasera ya no rozaba. Así que mientras esperaba miré y por fin lo vi: del hostiazo las barras que sujetan el guardabarros al eje de la rueda se habían doblado e iban rozando en el neumático. Las enderecé y ¡ya está! Pero por si acaso que me la vea alguien que tenga mejor ojo (o por lo menos que vea, que ya será una increíble mejora).

El martes también volví a montar en bici, más de 4 meses después. Y no me caí, lo que es una gran mejoría desde la última vez :P

domingo, 14 de abril de 2013

Bolonia: la pizza que se salía del plato

Jo, hace ya casi un mes que estuve en Bolonia y al final entre gripazos y otras cosas, no seguí con ello.

Así que voy a hacerlo por temas. Ahora, los sitios para comer que visitamos.

La verdad es que eso de que uno de los epítetos de la ciudad sea "la gorda" lo entiendo perfectísimamente. Durante los casi 4 días que pasamos allí me sentí llena en copete y alguna noche me salté la cena porque seguía rumiando la comida. Ozú.

La primera noche la verdad es que no nos sentíamos muy aventureros y con lo cansados que estábamos acabamos en un restaurante en Via Broccaindosso, Scacco Matto. Resultó ser un sitio digamos de pitiminí, que estaba llenísimo y que salió un poco caro. Pero estaba todo muy bueno. Yo pedí una sopa de pescado con habas y estaba que resucitaba a un muerto. Las cantidades no eran muchas, pero saciaba. Y sinceramente, estaba tan cansada que fue comer algo y a la piltra.

Al día siguiente, después de una pateada por la ciudad, paramos en un restaurante llamado Osteria delle doncelle. Nada del otro mundo. Pan boloñés, plato principal, postre y café. Veinte euros por barba. Lo más exótico del lugar es que servían...

¿A quién no le apetece un osito?

Esa noche decidimos probar las pizzas y fuimos a una pizzería famosa entre la juventud de la ciudad: Pizzeria Spacca Napoli, en la Via San Vitale 45. Decir que las pizzas se salen del plato es subestimarlas. No recomiendo pedir una para sola una persona a no ser que tengáis tanta hambre que os comeríais un cerdo entero, literalmente. Mejor una para 2 (o 3).

 Comparación con mi manica
Estaba riquísima, pero aunque tenía hambre no fui capaz de pasar de la mitad, y ya con problemas de respiración, jeje. Da mucha pena dejarse tanta comida en el plato (y fuera de él), así que no cometáis el mismo error y pedid una para dos! Creo que esas dos monstruosidades y las bebidas nos salieron por menos de 20 euros, pero mi memoria está fatal.

Los calzone también se salen del plato
Esa noche tuvimos pesadillas mientras el cuerpo trataba de asimilar tanta comida.

Al día siguiente decidimos quemar tanta comida e irnos a caminar por la ciudad y hacia el santuario. Así que buscamos algo de camino.

Acabamos en Pasta fresca Naldi, un negocio familiar de comida para llevar. Cocinan todo tipo de pasta, riquísima. Yo escogí tagiatella al ragú (o a la boloñesa) para cargar las pilas. También es muy barato, en torno a 7-10 euros (dependiendo del tipo de pasta y salsa que escojas). La pasta es casera, se nota en el sabor y la textura. El sitio es muy pequeñito, no está hecho para comer allí aunque tienen un par de mesas con sillas.

Las señoras son un amor y nos despidieron efusivamente lanzándonos hasta besos. Muy recomendable. Comida tradicional y casera, a la par que económica, qué más se puede pedir.

Esa noche estábamos tan llenos que nos dimos un descanso para rumiar lo que llevábamos. Algo de fruta y ya.

Y por fin el último día, nos liamos con un par de museos y salimos francamente tarde a comer. Tanto, que nos pilló con la cocina cerrada! Y nosotros con más hambre que el perro de un ciego!

Intentamos ir a Rosso, un restaurante con menú del día por 10 euros. Pero también estaba cerrado. Así que dando una vueltecica por los alrededores por fin encontramos un sitio donde poder reponer fuerzas. Y encontramos el Caffé Opera e tulipani. Momentazo con la camarera a la hora de pedir, porque yo con la falta de azúcar no podía pensar y no entendía mitad de lo que me decía, un intento en inglés acabó siendo una conversación de besugos y lo que pedimos al final resultaron ser albóndigas (muy ricas, por cierto), pero que no se parecía a lo que pensamos en un momento. Lo mejor fue la tarta de postre y la atmósfera del café :)

martes, 9 de abril de 2013

Adiós, avión, adiós

Es la primera vez que pierdo un avión. Y nunca pensé que sería por lo bien que funcionan las vías ferroviarias en Holanda.

Ayer tenía que haber volado a Barcelona. Como iba en low cost y no tenía que facturar, tan solo pasar el control de seguridad y marchar, cogí el tren de forma que solo tuviera que estar una hora en el aeropuerto.

Craso error, visto el resultado.

Para empezar, al llegar a Arnhem nos hicieron bajar del tren porque no iba ya para Schiphol. La primera en la frente. ¿Por qué? Ah, bueno, eso ya no me lo supieron decir.

Así que a esperar 15 minutos para coger el tren que iba a Den Helder parando en Utrecht donde tendría que cambiar de tren para el aeropuerto.

Resultó ser el mismo tren que antes pero al que le cambiaron el cartel. ¡Qué apañaos!

Pues nada, ya en ese tren nos anuncian que hay que darle paso al tren internacional y ahí, ahí empezó la tortura. Juraría que si hubiera ido andando junto al tren habría llegado antes. Trayectos de 15 minutos que se convierten en 40. Y así acumulándose hasta llegar a Utrecht con más de 30 minutos de retraso, que ya hicieron que el siguiente tren que salía al aeropuerto fuera una pérdida de tiempo, porque ya perdía el avión.

Y de vuelta al tren. Iba tan lleno en el trayecto de vuelta que tuvimos que ir de pie apiñaditos. La verdad es que me hizo sentirme un poco como en casa, esas mañanas asardinados en la línea circular cuando te subías en Laguna. Que en pleno invierno ibas sudando hasta el punto de medio desmayarte.

Por lo menos aquí no llevaba el sobaco de nadie cerca de la cara. Afortunadamente, porque creo que habría muerto en la cámara de gas.

sábado, 6 de abril de 2013

Sigo por aquí

Pero es que no he parado. Y además me pillé un gripazo. Ya contaré cosas. Pero ahora no puedor!

lunes, 18 de marzo de 2013

Esto me resulta familiar

Claro, claro, empiezan a subir algo las temperaturas, la semana que viene me voy de vacaciones y ¿qué toca? Pues pillarse un resfriado, of course.

Yo creo que los virus me atacan aposta ¬¬

PD. Seguiré contando de Bolonia...

lunes, 11 de marzo de 2013

Bologna: despegando

Un viajes de los míos nunca puede ser normal y tranquilo. Siempre hay imprevistos y anessdotas.

Para empezar, no uno, sino dos, fueron los suicidas que aislaron Nijmegen de (casi) toda Holanda. Cuando el tren a Eindhoven estaba a punto de llegar lo han anunciado. Afortunadamente, hemos podido ir en coche, pero la putada es que ¡volvimos por Weeze!

A tiempo en el aeropuerto. Una vez en el avión (esta vez tocaba Transavia) se me sienta al lado una señora holandesa de unos cuarenta/ cuarenta y pocos en viaje Sexo en Nueva York con otras 3 amigas. Muy Dutch style, me viene con jeggins, botines de tachuelas, blusón con pedrería, cárdigan de lentejuelas y abrigo de piel falsa, así como de peluche. Todo ello adornado con uñas rojas, pulserones y el pelo bien cardado. Antes muerta que sencilla.

En Transavia los cinturones son raros de cojones para abrochar. Pues la señora peleándose ruidosamente con él hasta que se dio por vencida no tuvo precio. Además, va y se lo tapó con el abrigo para que no la pillaran sin él. Eso es seguridad...

Cuando anunciaron que no hacía falta cinturón se levantó, supongo que para ir al baño. El avión en ese momento iba aún bastante inclinado hacia arriba. Pues cuando la señora volvía a su asiento se tropezó (claro, con esos tacones, a quién se le ocurre...) y salió medio rodando hasta casi el final de la cabina. ¡Qué hostión se dio, madreee! Y la tía descojonándose con las amigas.

Luego cuando empezaron a servir las bebidas la señora empezó a quejarse de que le dolía el codo y la mano. Codo que, por cierto, casi me metió en el ojo unas cuantas veces. Mientras peleaba con su bolso, la bandeja del asiento y un café hirviendo que yo veía quemándome las piernas, le pidió al azafato hielo porque le dolía mucho-mucho-mucho.

Y así se tiró el resto del viaje, cambiándose el hielo de la mano al codo, del codo a la mano, girada para hablar con las amigas hasta que en un momento se dio la vuelta y me preguntó: ¿vais de vacaciones o a estudiar? Y eso fue toda la conversación que me dio.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Ya es primavera ¡y no en El corte inglés!

En los últimos días se ha notado enormemente que la primavera está a la vuelta de la esquina: los días son más largos, entras y sales a la oficina con sol, llegamos a los 15ºC después de semanas a bajo cero con la mierda de la nieve que no se va...

Pues ahora vas feliz andando por la calle, no hacen falta ni el gorro ni los guantes. Las botas cambian por manoletinas, el abrigo de invierno a otro más ligero. 

¡Pero si hasta por la mañana se oye a los pajarillos cantando!

¡Y mis plantas de la oficina y del baño están creciendo y echando flores!

Lo malo es que el domingo vuelve a nevar :__(

martes, 19 de febrero de 2013

Ella nunca lo haría

Cuando me la pegué con la bici en ese momento en el suelo la verdad es que mi vehículo no motorizado no me podría haber importado menos.

Creo que fue el chavalín que me ayudó a levantarme el que me la levantó y la dejó "de pie" en el camino, no sé. 

El caso es que cuando me recogió mi jefe la dejé en un lado de la acera con la cadena y el cepo y ahí se quedó. Luego mi jefe estaba bastante preocupado con que alguien la recogiera y acabó llevándola él (jo, lo que habría dado por verle montando en la bici, jeje).

Pues el caso es que más de 2 meses han pasado ya y ni siquiera había visto cómo estaba la pobre. Así que por fin hoy me he acordado y he bajado a comprobar daños.

Me la imaginaba hecha una mierdaca y la verdad es que a simple vista no parece que esté tan mal. Estaba cubierta de polvo y telarañas, sí, pero quitando los arañazos del pedal y manillar izquierdos y que ha perdido un reflector del pedal (claro, de esa hostia como para que no saltara por los aires) poco más. La he "desatado" y me preocupa un poco el ñiiiii ñiiiii que se oye en la rueda de atrás, pero lo tendrá que ver algún experto porque yo no veo ná. Los neumáticos están llenos de aire y el freno de atrás es de tambor, así que la única idea que tenía de que el ruido fueran las zapatas rozando, va a ser que nee.

Pues nada, otra vez a ponerle la cadena y dejarla aburridita y sola en el cobertizo a la espera de mejor salud y mejor tiempo. Y del mecánico, claro :(

lunes, 11 de febrero de 2013

Carnaval, carnaval

Si hay una cosa que me llamó la atención desde el primer momento que puse el pie en Holanda ha sido lo intensamente que viven los holandeses la fiesta.

Las fiestas de cumpleaños. Sea la edad que sea que cumples (y que además no tratan de ocultar) siempre lo celebran, y disfrutan como los niños.

El día de la reina. Desfase total, naranja total, ridículez extrema, cuanto más, mejor.

Los carnavales. Para los españoles los carnavales es un fiesta básicamente para niños, para alguna fiesta del sábado noche y para Canarias. Y ya. Según pasan los años cada vez menos de carnaval. Pero aquí no.

Si bien es cierto que el carnaval se celebra "debajo de los ríos", es algo universal por aquí. Niños, adolescentes, jóvenes, adultos, abueletes. Todos. Todos y cada uno. Y la ridiculez extrema también se lleva.

En Boxmeer, el lunes de carnaval se celebra la famosa Metworst, una carrera de caballos en distintas categorías donde sólo pueden participar hombres solteros nacidos en Boxmeer.

Fui un par de años pero los 2 últimos ya no es algo tan atractivo. Beber cerveza desde las 9 de la mañana hasta... no sé, tarde, no es algo que me llame mucho.

La gente de todas las edades sale con sus disfraces de Joker, Pocahontas, pirata, mujer decimonónica, burro, conejo, cerdo, policía, revisor del tren, fresa, tirolesa... cualquier cosa. Cualquiera. 

Y disfrutan como enanos (borrachos, eso sí).

domingo, 10 de febrero de 2013

I'm back

Después de volver de vacaciones fui a mi médico a que le echara un vistazo a mi rodilla chunga, porque después del tortazo con la bicicleta doblarla totalmente me duele bastante.

Mi receta: hacer bicicleta.

Así que entre que el tiempo es una mierda y que no tengo mucha confianza para subirme a una bici, me fui al gimnasio. 

Adiós a las clases, hola sala de fitness. La verdad es que de los casi 2 años que llevo en el gimnasio solo un día fui a fitness. Me enseñaron las máquinas de remo, elíptica, la cinta de correr y las bicicletas estáticas, y ahí se quedó.

Pues bueno, como ya no puedo ir a clases de corretear, saltar y hacer pesas, decidí que además de pedalear, haría algo por mis brazos enclenques. Pedí que me enseñaran el resto de máquinas (y la fauna asociada a ellas).

Mientras pedaleaba comencé a observar realmente lo que se mueve por el gimnasio: adolescentes enclenques, jubiletas activos, pseudo culturistas inflados de proteínas, creatina, etc., normales (los menos). Y los que se pesan cada vez que terminan una serie de ejercicios. ¡¡¡Que sólo has perdido aguaaaa!!!

Como no tengo ni idea de las máquinas pregunté al chico de la entrada. En holandés, claro, que mi suscripción al gimnasio incluye clases del idioma, jeje. Así que en holandés contando lo de mi lesión, el tío explicando cómo usar las máquinas, cuánto peso, las repeticiones, etc. Y contándome su vida. En cierto momento me preguntó si era española y me suelta "Madriiiddd, I love it". Y nada, a contarme que se va dentro de nada a Madrid de fiesta con unos amigos el fin de semana... a Chueca. Y se le ve tan entusiasmado... mmm con los amigos...

En fin, que nos contamos la vida, primero en holandés, luego en inglés. Él tampoco es holandés, es yugoslavo y le parece también que los holandeses son unos tristes. 

Bueno, pues con la ayuda de mi amigo me pasé unas 3 semanas entre la bici y las máquinas para brazos y abductores (dioooossss qué dolor de culooo) y por fin el lunes pasado me metí en mis clases de spinning!!

Hago un inciso para comentar lo ruidosos que son estos tíos que tienen mucho músculo pero solo en brazos y pecho (curiosamente, siempre visten pantalones largos porque no hacen nada de nada, de nada de piernas). Más de un día me di un golpe en la nuca con la barra de una máquina porque uno de estos inflados me pegó un susto al coger bastante peso y gritar MMMMAAAAAAAAAAHHHRRRRGGGGGG. Aquello sonaba como si estuvieran levantando un autobús más que unas pesas.

Bueno, y el momento enfrente del espejo con mis pesas de 3 kg mientras el maromo de enfrente resoplaba con unas de 25... impagable.

El lunes me tocó el chico super entusiasta vestido de ciclista que te canta todas y cada una de las canciones, te pregunta constantemente qué tal vas y hace chistes que nunca pillo (mierda, pero la verdad, tienen pinta de ser malos malísimos). 

El martes me tocó la chica, que es más seria, no canta, hace chistes más inteligentes que a veces pillo si estoy escuchando y nos da más leña que al mono de goma.

Y sobreviví a las dos clases. Sin dolores. Sin molestias. Sin aliento. Yeah!

Y mañana más...

martes, 29 de enero de 2013

Ya no será el día de la reina

Notición de ayer: la reina Beatriz de Holanda abdicará el 30 de abril y su hijo, el príncipe Willem Alexander será el nuevo rey.

A mí me la refanfinfla, pero algo importante va a cambiar: al año que viene el 30 de abril ya no será fiesta, será el 27 (el día de la reina celebra el cumpleaños de la misma, aunque como el de la actual es el 31 de enero y se coronó el 30 de abril, pensando en sus súbditos, decidió dejar el mismo día que el cumpleaños de su madre y su coronación). 

Y bueno, ¿qué pasa el 27 de abril de 2014? ¡Pues que es domingo! Y aquí pasan la fiesta al sábado. ¡Coño! Un día de fiesta que perdemos, con los poquitos, poquísimos que hay en este país.

Ay que joderse, aún no ha cambiado el rey y ya me cae gordo. Además, ahora va a ser el día del rey. Adiós a toda la parafernalia que tienen los holandeses con la foto de la Bea xD

lunes, 21 de enero de 2013

Ahora entiendo la palabra "glacé"

Este fin de semana he estado en Francia. Justo cuando les cae una nevada de la hostia y se congela todo, todo, todo.

Jamás en la vida había visto el agua congelarse sobre un coche con forma de gota, como si fuera un glaseado. La gente para sacar arrancar el coche no es que tuviera que rascar el hielo, es que tenía que cascarlo como si fuera el caramelo de la crema catalana.

Las calles eran pistas improvisadas de patinaje, todo hielo.

Yo, nunca había visto algo igual, y la verdad, es que habría sido igual de feliz de no haberlo experimentado nunca :P

lunes, 14 de enero de 2013

¿Por qué no te callas?

Estaba tan cansada que ni me enteré.

No recuerdo muy bien el sueño, pero sí el ruido: biiiip, biiiip, biiiip. Integrado en dicho sueño.

Hasta que llegó mi compañera de piso y llamó a mi puerta para despertarme. Entonces sí, entonces sí que dije, medio zombi "¿pero qué coño es ese ruido ensordecedor?"

Pues la alarma de incendios del piso de arriba. Claro que al principio no sabíamos si era el detector de humo o el de monóxido. Y claro a las 2:45 de la mañana, a mí me dio por decir que eran las pilas, y que había que quitarlas. Además, si fuera el de monóxido, habría pitado primero el de abajo ¿o no? Lógica del sueño.

Pues nada, subidas en la escalera a ver si el jodío cacharro se callaba de una puta vez. 85 decibelios. Sí, doy fé de ellos. Cada uno de ellos.

Así que a intentar desarmar la mierda pitadora esa. Por fin se calló e intentamos sacarlo del soporte. La hostia, ¿cómo coño hacen esas cosas que no hay quien las quite sin arrancar el techo con ellas?

Por fin salió de ahí y mientras peleábamos con la batería para quitarla empezó a pitar en nuestras manos. Nos despertó del todo y aliviadas escuchamos cómo se callaba por fin para volver a la cama.

Hoy hemos llevado el detector y la pila a la oficina para que nos lo vieran los de mantenimiento. Nos han dicho que era la pila. La hemos cambiado, subido de vuelta a la oficina, y mientras lo comentábamos con un compañero esa mierda de alarma ha vuelto a empezar BIIIP, BIIIP, BIIIP, BIIP.

A tomar por culo el trasto este. Fuera pila y a dormir tranquilas. Se le habrán fundido los plomos xD

sábado, 12 de enero de 2013

Ya no estamos para esto

Ayer salimos para celebrar el cumpleaños de dos amigos.

El plan en principio no tenía mucho de especial: cena, ir a casa de uno de ellos a comer tarta y beber, luego salir por ahí.

Pero el caso es que después de la tarta y los regalos, ya con unas cuantas cervezas, copas de vino, más el champán y el ron la cosa no prometía mucho más que encostrarse en el sofá del colega.

Tuve que ir a recoger a una amiga de un amigo que se quedaba a dormir en casa porque le habían cancelado su taxibus a Utrecht.

A la vuelta estaban todos bastante cargaditos y con ganas de salir o morir en el sofá. Así que nos fuimos en busca de un bar.

Como es habitual, acabamos en De Tempelier, un bar donde ya nos conocen los camareros y donde bajamos bastante la media de edad cada vez que vamos. Pero nos gusta mucho el sitio, tiene buen ambiente, buena música y nos caen bien los camareros.

Más cervezas, baile, humo, el cumpleaños feliz holandés, y cierre a las 3.

Un chico propuso cambiarnos al Café de Fuik, que siempre está hasta el culo de gente y donde al principio no nos habían dejado pasar.

Así que más cervezas, también en nuestra ropa, empujones, peleas territoriales por cada cm2, más baile, ojirris de sueño, ojirris de borrachuelo, cabezazos, rodillazos... hasta las 5:30.

Hacía ya tiempo que no me levantaba con esa sequedad de estómago y los ojos resecos, el pelo todo revuelto, garganta rasposa. Por no decir del pestuzo a tabaco de la almohada...

Creo que hoy nos hemos levantado todos igual. Si es que ya estamos mayores pa estos trotes xD