domingo, 15 de marzo de 2009

Mi caaaasaaaa

La que de momento es mi casa, hasta que nos mudemos en breve, está en el centro de Boxmeer. En ese aspecto no nos podemos quejar, estamos justo al lado de la "gran vía" boxmiriana.
Vivimos en la azotea. Son casas de 2 plantas pero que tienen la puerta en el tejado. Lo sé, es un poco difícil de entender, pero digamoslo así: imaginad que tenemos el día en los bajos del bloque y que los pisos están sobre el tejado. Tenemos la puerta del portal a nivel de calle, pero luego hay que subir la escalera que da al tejado, que es donde están las casas.
Además de un supermercado justo bajo nuestra casa tenemos la iglesia al final de la calle, así que no nos hace falta reloj para saber la hora, ya que da las campanadas. Además como mi despertador no sobrevivió al viaje me viene bien, así siempre sé qué hora es. Para despertarme ya necesito ayuda del móvil (yo que era de las que por la noche lo apagaba siempre, eso se acabó).
Pero ya contaré como será mi nueva casa, ya que en un par de semanas nos mudamos...
En el plano, la situación exacta de mi home.

lunes, 9 de marzo de 2009

Los pies en los pedales

Hoy, por fin, he estrenado la bici.
No es mi bicicleta, en realidad. Solo un préstamo de Román, que me ha dejado la suya mientras él usa la de su hermano que está en Pekín.
La tenía desde hacía un par de semanas, pero Esther la necesitó para ir a la granja porque la suya estaba pinchada y yo sólo tardo unos 10 minutos andando al trabajo.
La semana pasada tampoco la usé porque tenía un catarrazo que no paraba de toser. Bueno, aún sigo tosiendo, de hecho tengo la cabeza que me va a explotar de tanto toser. Cuando me agacho para recoger algo me pesa miles de kilos.
Y hoy por fin me he decido a coger la bici. Ayer me fui al sótano donde tenemos nuestro garage particular para bajarle el sillín. Hice todo lo que pude, pero incluso en el punto más bajo sigo teniendo que ponerme de puntillas para tocar el suelo, lo que es un problemón, porque no soy precisamente Induráin (Miguelón!!) con el vehículo de dos ruedas...
Esta mañana para ir a la oficina me he apañado la mar de bien... hasta que he llegado a la verja y he tenido que frenar para acercar el pase a la puerta. Como no me llegan los pies digamos que he frenado chocandome contra la verja.
Una vez que he cumplido con mis 8 horas de trabajo (hoy he tenido una reunión justo después de comer que ha durado 3 horas. Sí, estás leyendo bien, 3 horas. En concreto de una a cuatro de la tarde) he cogido la bicicleta del aparcamiento y me he dirigido a la salida. En este caso ya no hace falta acercar el pase, si no que hay una especie de pulsador de concurso para abrir. Pues al ir a darle me he inclinado demasiado y casi me caigo. Es ahí cuando para no caerme he hecho un quiebro que ha acabado con mi rodilla izquierda golpeando la rueda de la bici (o lo que fuera de la bici, pero un daño...), así que he decidido que a partir de hoy saldré andando haciéndola rodar.
Ir en bici por la calle es una experiencia. Vas con la sensación constante de que en cualquier momento vas a morir, ya que los coches pasan a tu lado constantemente, y a la hora de girar en las calles te cruzas por delante.
Pero a parte del chute de adrenalina que llevaba esta tarde (y que me ha ahorrado el dolor de rodilla un ratito) lo que tengo es una flojera de piernas que me va a durar toda la semana.
Necesito una bici de mi tamaño...

miércoles, 4 de marzo de 2009

Los ecológicos

El tema de hoy es el reciclaje en Holanda.
Comencemos por la separación de los residuos: por un lado el papel, por otro el vidrio, la basura orgánica y lo que conocen como "el resto". Interesante eh? Nada de plásticos, latas y envases. No. El resto. Pues ya os haréis idea de lo que se recicla por aquí.
Para empezar solo hay contendores de vidrio y el de la basura orgánica. Para este último hace falta una especie de llave enorme para abrir la tapa. Se debe tirar la basura directamente desde el cubo de la basura, cualquier día de la semana. Nosotros lo echamos en bolsa porque nos parece una guarrada eso de tener el cubo todo el día lleno de mierda. Así que para que no nos pillen bajamos la basura de noche y así no nos ven.
El cartón: se recoge el tercer sábado de cada mes. Tenemos cartón y papel acumulado desde hace más de un mes, porque la última vez que lo recogían se nos olvidó. Se deja así suelto en la calle, ya lo recogerá alguien.
Los plásticos: se recogen cada 2 semanas, los lunes. Bueno digo plásticos pero no lo son. Para tirar el resto de la basura hacen falta unas bolsas azules especiales que te venden en el super por un ojo de la cara (unas 20 bolsas por 11 euros, que encima llenamos como 2 bolsas o más a la semana). Se dejan en la calle igual que el cartón. Nos sentimos como los Reyes Magos, que pasan por la noche a dejar el regalo, solo que en vez de regalo es basura.
Como comprenderéis hace falta espacio para todo esto, ¿no? Somos afortunados y tenemos una terraza bastante maja.
Parecemos los gitanos de como está. Entre las toneladas de cartón y las miles de bolsas que hay por la terraza parece que tenemos diógenes. Menos mal que hace frío y aún no ha llegado la legión de insectos que se pondrán las botas en nuestra basura.
Miedo me da que llegue el calorcillo de primavera.