miércoles, 22 de abril de 2009

El malabarista

Era alto y llevaba 3 tazas de café. Ya sabemos que aquí lo beben como quien bebe agua. Pero no era eso lo que llamó nuestra atención.
Debía ser el último que salió de la oficina, o era el que estaba más abajo en la escala social de entre sus compañeros, o quizá era el más amable de todos.
Era guapo. Vestía pantalón vaquero y camisa blanca, sin planchar, por supuesto, porque parece que en estas tierras le tienen alergia a la plancha, o creen que queda muy bohemio y chic, o simplemente les importa un rábano ir como adanes.
En una mano sujetaba el maletín del portátil, en la otra, en precario equilibrio, 3 tazas con sus platos. Pero no 3 platos y encima 3 tazas. No. Le gustaba el riesgo. Se preparó la perfecta secuencia plato-taza-plato-taza-plato-taza.
Y ante nuestra perplejidad esbozó una esforzada sonrisa que hizo que tintineara peligrosamente la torre de pisa que llevaba en su mano derecha.
Si nos llegamos a reír se le cae todo. O no...



martes, 21 de abril de 2009

Mi nuevo compañero de piso

Se llama Solsta y viene de Suecia. Al principio le ha costado un poco entrar en casa, es un poco tímido y ha necesitado la ayuda de Esther, Gustavo, Isaac y mía, pero por fin ha entrado.
Le he tenido que hacer sitio, ya que en mi minipiso está la cosa complicada, pero sacando el sofá viejo ya tenía suficiente espacio para él.
La verdad es que ha sido difícil hacernos con él, es tan complicado... Necesita que le aprieten un poco las tuercas, pero me va a hacer la vida más fácil, o eso espero.
Aquí os incluyo una instantánea del sueco...

domingo, 19 de abril de 2009

El escaparate holandés

El tema en el que nos centraremos en el día de hoy es la ventana holandesa. O como me he acostumbrado a llamarla, el escaparate.
Hay gran variedad de diseños en cuanto a casas en Holanda, algunas muy bonitas, y especialmente grandes. Pero existe un denominador común: el salón ocupa de pared frontal a trasera la casa y tiene 2 ventanas que ya las envidiarían las tiendas de preciados. Paseando por la calle eres capaz de ver lo que hace el holandés en el salón de punta a punta, más el pasillo o habitación que esté al lado del salón, y cómo, no, el jardín.
Impresionante, oye. No hay apenas privacidad porque tampoco suelen poner cortinas muy tupidas. El vecino siempre sabe lo que estás haciendo. Vamos, como para salir en cueros de la ducha xD
Pues resulta que todo esto viene porque son protestantes, que no creen en el perdón de los pecados. Por eso siempre están enseñando lo que ocurre en su casa, no tienen nada que esconder y lo muestran al mundo como si de un lienzo se tratara. Costumbres holandesas. Yo por mi parte no pondría un escaparate en mi salón, si me apetece tener la casa hecha una leonera es sólo cosa mía.

martes, 14 de abril de 2009

Pateando por Colonia

Este sábado pasado Esther, Isaac, la becaria francesa (que se llama Mondi, bueno, así se dice, ya como se escriba será bastante diferente) y la que suscribe nos fuimos a Colonia a pasar el día.
El tiempo acompañaba y no necesitamos ni el abrigo, cosa que después de la lluvia-que-no-es-lluvia holandesa se agradece y mucho.
Ah, sí, ¿qué es exactamente la lluvia-que-no-es-lluvia? Tú sales del trabajo y ves que está nublado (como siempre) y que parece que hay como una nieblina. Nop. Es lluvia. Pero no es lluvia. De hecho, si abres el paraguas o sales volando o se te da la vuelta, porque aquí la lluvia se acompaña siempre de un viento capullo que va orientandose siempre de forma que te de la vuelta al paraguas. Es inútil evitarlo. Lo más sensato es llevarlo cerrado.
Pero ahí precisamente está el problema. La lluvia-que-no-es-lluvia te engaña y piensas que es solo un leve chispeo de nada, que llegarás a casa o al bar antes de que empiece a apretar de verdad (cosa que pocas veces ocurre) pero al cabo de 10 minutos estás calado sin remedio.
La lluvia-que-no-es-lluvia es la más puñetera de las lluvias. Se graduó en "Cómo mojar sin que lo noten, especialmente en los pantalones"
Bueno, que me voy del tema. Colonia. Me gustó mucho. A lo mejor influyó el Bratwürst que nos comimos, o la cervecita al lado del Rhein tomando el sol, o las vistas desde la catedral, o las calles interminables llenas de tiendas, o que por fin volví a comer Berliner (ñam).
Pero el caso es que triunfó.
Lo peor fue que cada vez que intentaba hablar algo con mi oxidado alemán me contestaban en inglés (Verdamt!)
Y ahí va una foteja del Dom, y otra de la velocidad punta en las carreteras alemanas (nos adelantó el coche de policía, que conste).

jueves, 9 de abril de 2009

Canción para la tarde

Va perfecta con el día que tenemos hoy en Boxmeer:

Vetusta Morla - Al respirar
Te he dejado en el sillón
las pinturas y una historia en blanco.
No hay principio ni final,
sólo lo que quieras ir contando.

Y al respirar intenta ser quien ponga el aire,
que al inhalar te traiga el mundo de esta parte.

Te he dejado en el sillón
las pinturas y una historia en blanco.
Yo me marcho a otro lugar,
puede que el viaje sea largo.

La burbuja en que crecí nos vendió comodidad
y un nudo entre las manos.
Yo escogí la ambigüedad, tú el fantasma y lo real,
todo en el mismo barco.

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez si no respiro es por no ahogarme.

Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...

Y al respirar propongo ser quien ponga el aire,
que al inhalar me traiga el mundo de esta parte.
Y respirar tan fuerte que se rompa el aire,
aunque esta vez quizá será mejor marcharse.

Intenta no respirar ...
Intenta no respirar ...

Un torrente en el cuarto

Cada vez que me pasa algo nuevo en el apartamento me viene a la cabeza la película Esta casa es una ruina (y ese pavo volando).
Ayer me bajé al cuarto de la lavadora y la secadora a lavar mi ropa. Y digo cuarto cuando en realidad no lo es, es un rinconcito que hay al lado de la entrada y que da a la puerta de algún cuarto que desprende un calor antinatural (pensé que sería la caldera de la calefacción, pero conociendo a estos holandeses lo mismo es una mini planta de compost).
En fin, que cuando me fui a recoger la ropa y abrí la puerta se salió el agua y se inundó el suelo, que mis reflejos están bastante bien, pero no como para que no cayera nada. Ya me veía tendiendo la ropa en la bañera, pero al volver a centrifugar tiró toda el agua que quedaba dentro.
Y es que efectivamente la casa es un poco ruinosa y nada funciona a la primera. He descubierto que si no utilizo el gas de la cocina durante un par de días el calentador no se enciende porque no le llega el gas.
Qué casa más buena me ha tocado, eh? Encima antes de ayer mi vecino de la izquierda pensó que las once de la noche era el momento ideal para taladrar la pared...

jueves, 2 de abril de 2009

Mijn nieuw huis

Vaya, cuánto tiempo sin pasar por aquí...
La mudanza fue un poco intensa: el viernes 20 la de recursos humanos nos soltó las llaves sin preaviso y nos dijo que el lunes teníamos que devolver las llaves de la antigua casa. Además que nos entregó las nuevas a las 4 y media de la tarde (salimos del trabajo a las 5).
Primera impresión de los miniapartamentos (eso de mini es un eufemismo, of course, porque deberían ser hipercanijos): nos quieren meter en un agujero.
La parte de abajo es pequeña y es al mismo tiempo cocina y salón. El baño está aparte y aquí viene lo peor: la habitación está en la buhardilla.
Esto último no sería tan grave si no tuvieramos en cuenta que: la buhardilla no está bien aislada, por lo que oyes al vecino y casi le tocas, te entra la luz por la mañana a través de las tejas y que no hay ventana. Además llamarlo habitación es demasiado, ya que solo entra la cama y si te descuidas te caes por el agujero de la escalera, ya que es la típica escalera de buhardilla, de esas de madera que se pliegan y aparecen tras un rectángulo en el suelo.
Mi compañera dijo que ella no se metía a dormir en ese zulo ni loca, y la ayudé a bajar el colchón abajo. Yo por mi parte dormí 3 noches ahí y no pienso repetir.
Con ayuda de nuestro jefe desmontamos las camas y las bajamos al piso de abajo. Conclusión: nuestro apartamento es al mismo tiempo: cocina, salón y habitación.
Y yo sólo me repito: solo son 5 meses, solo son 5 meses.
Ah, y no solo esto, que aún no tenemos internet. A mi casa vienen el 10 de abril, tengo mono ya de poder abrir mi correo normal, que desde el trabajo no puedorl!! Así que si estáis esperando alguna respuesta, sorry, hasta el 10 de abril (espero) nada.
Lo que más vale de mi huis (casa en holandés) es la tele plana que me han puesto. Bueno, y mi presencia claro :P