sábado, 16 de mayo de 2009

Lloviendo en el jardín

Vuelve el mal tiempo.
Ya me había empezado a acostumbrar a que los días fueran más luminosos (todo lo que se puede esperar en el país), a que hiciera frío, pero soportable y que no lloviera.
Pero, claro, eso era bastante anormal según los holandeses. Que las últimas semanas fueran tan secas estaban obligando a mi jefe a regar las plantas del jardín que tan primorosamente cuida (va en los genes holandeses; los jardines aquí están cuidados al detalle, ni una mala hierba ni una rama fuera de sitio).
Pues todo ha cambiado, desde el jueves por la noche que empezó a diluviar por la noche no ha parado casi. Ahora mismo mis ventanas están chorreando. Menos mal que no me dió por limpiarlas, porque para qué...
Y parece que la cosa va a seguir así toda la semana.
Como mi habilidad con la bici no ha aumentado demasiado, aún no soy capaz de llevarla con una mano en el manillar y otra en el paraguas, así que me toca mojarme. Y que conste que ya soy capaz de indicar con el brazo a qué lado voy a girar muy bien. Incluso a la derecha, que era lo que peor se me daba. Ya no me inclino peligrosamente :D
Aquí os dejo la previsión del tiempo para Boxmeer:

lunes, 11 de mayo de 2009

Tira lejos tu televisor

En general la televisión holandesa tiende a ser bastante mediocre. Lo único bueno que tiene es que no doblan nada, así que tanto series como películas americanas/inglesas las puedes entender.
Los fines de semana son algo surrealista. El primero que decidí encender la tele no salía de mi asombro. Digamos que hay 8-9 canales principales, pues TODOS rellenan la mañana del sábado y el domingo con la teletienda.
Pero claro, como en este país amanece tan temprano, mi cortina es amarilla y la cama está junto a la ventana, pues no puedo seguir durmiendo, y me pongo la tele.
Dan ganas de tirar la tele por la ventana. ¡Ah, no espera! Que ya no puedo hacer eso ya que esta mañana han venido los de facilities a colgarla de la pared. Claro, como esto es tan canijo hay que ahorrar espacio y mi maxi pantalla de 32 pulgadas parece ahora un jamón. Que digo yo que ya se podían haber ahorrado el pastizabal de la pantalla plana y arreglar la buhardilla.
Ah, no, que son holandeses ¬¬
Menos mal que tengo un ordenador y alguien inventó megavideo...

domingo, 3 de mayo de 2009

Esclava del semáforo

¿Cómo es posible que cada vez que llego a un semáforo en rojo y me paro, justo en ese momento en que me detengo del todo, cambia a verde?
Siempre me pilla el cambio dándole la vuelta a los pedales. No falla.
Y si digo, no hombre, no, esta vez no me pilla. Empiezo a ir suuuuper despacio y al final tengo que dar el frenazo para no saltarmelo en rojo, justo para que en ese momento del frenazo se ponga en verde.
Creo que tienen cámara oculta y que me están vacilando.

sábado, 2 de mayo de 2009

Se me inunda la casa

No es algo que tenga especial dificultad si tenemos en cuenta las dimensiones del apartamento.
Esta mañana hemos ido a Nijmegen a ayudar a Sandra con su mudanza e Isaac ha venido a buscarme. Con las prisas he cerrado deprisa y corriendo el grifo de la ducha y nos hemos ido.
Cuando he vuelto unas cuantas horas después se oía chorrear el grifo, con la mala suerte de que hoy he dejado la cortina de la ducha recogida.
Conclusión: el baño inundado del agua que ha ido salpicando. Menos mal que tengo la fregona al lado.
La próxima vez me compro una barca...

viernes, 1 de mayo de 2009

Las 4 bicis

Hoy para mí ha sido un primero de mayo poco habitual.
Ayer, día de la reina, fue festivo en Holanda. La gente cuelga la bandera holandesa y el pendón naranja y sale a la calle a beber como cosacos vestidos de naranja. Aquí cualquier excusa es buena para emborracharse en la calle.
Aunque el verdadero protagonista del día fue un Suzuki Swift.
Y hoy vuelta al trabajo. Sí, sí, al trabajo, puesto que en este país no hay día del trabajador. Aunque muchos compañeros se han cogido vacaciones hoy para tener un puente. El panorama en el pasillo de R&D esta mañana era desolador: solo 8 personas, de las cuales nada más que 2 holandeses...
Mi jefe Hans se fue la semana pasada de vacaciones y no vuelve hasta el jueves (qué vidorra, madre) y Esther hoy iba a recoger a sus padres al aeropuerto, así que he estado sola con Ellen en la oficina.
A la hora de la comida hasta la cantina estaba solo abierta a medias y ha sido el día de las sobras de otros días.
En cuanto al resto del día, pues he terminado el trabajo pendiente y cuando han llegado las 5 he salido pitando de allí. Hoy en la caseta para aparcar las bicis sólo había 4, de los 4 gatos que estabamos ahí.
Cuando he salido por no cruzarme por delante de un camión (aunque me daba tiempo) luego casi me lleva por delante un Beatle, en una curva cerca de casa casi me atropella un loco y al intentar tocar el timbre de mi bici casi me rompo una uña (ya, ya, no se me ha roto porque las llevo al rape, pero de verdad que este timbre no vale para nada, la próxima vez que lo necesite gritaré tin, tin, a ver si cuela).