miércoles, 30 de marzo de 2011

Holandés errante

O más bien, ganas de aprender holandés errantes.

Desde que la empresa dejó de pagarme las clases de holandés dije que me iba a dar unos meses de vacaciones y que ya volvería a estudiarlo... Y lo sigo posponiendo, la verdad. Es que es tan complicado y yo soy tan vaga... Además, sin unas clases en condiciones donde te enseñen cosas básicas al principio y desde ahí vayas subiendo el nivel pues cuesta dios y ayudas aprender algo.

Mi profesor de holandés cuando nos despedimos me regaló un libro de autodidactas de Holandés para extranjeros. Lo abrí por primera vez hace un par de semanas y no he pasado de la primera página. Ahora eso, sí, el "cómo te llamas" y "mi nombre es" lo domino a la perfección. Creo que el próximo fin de semana iré al mercado, le diré al del puesto de pescado mi nombre y ya después le pediré el pescado y que me lo limpie (schoonmaken, leído sjunmaquen).

Sigo en el "una cerveza, por favor" y alguna cosa más (como lo de limpiar). Bueno, el otro día aprendí a decir "es tu turno" (algo que puedo tener la ocasión de decir todos los días eh...).

En fin, que uno de mis "métodos" ha sido apuntarme a una página que se llama Het woord van vandaag (la palabra de hoy) para ir aprendiendo algo de vocabulario.

La palabra de hoy es: hetgeen (que, el cual).

... Pero sigo pensando que la mejor estrategia para aprender holandés es acostarse con el diccionario...

domingo, 27 de marzo de 2011

This new technology

¡¡¡Lo conseguí!!! Por fin fui capaz de sacar las fotos de mi móvil y pasarlas al ordenador. Sin cable, sin pelearme con el bluetooth (¿sigo con la incógnita de si en mi ordenador hay de eso o no?) y sin ayuda de nadie. Esto último es lo que más estúpidamente me hincha de orgullo.

No, nada de eso. Destripé mi móvil, saqué la tarjeta micro SD, la puse en el soporte para micro SD y la enchufé a mi portátil.

Lloro de felicidad, fíjate tú. Soy así de imbécil, jaja.

Por fin puedo ver en grande las fotos que saqué del río en Nijmegen cuando se desbordó hace un par de meses.

Esto es en Enero:

Nótese el carril bici en rosa y la calle inundada, que parece
que no, pero todo inundadito, hasta con megaolas, jaja.

Y esto es la semana pasada, que salió en sol y me fui de paseo:

PD. Baggg, cambio de hora otra vez, verás esta noche lo que va a costar dormirse y mañana levantarse (encima que nos toca irnos bien tempranito). Todo sea por tener más luz, aunque a partir del miércoles se pone a llover y ya no para en dos semanas...

viernes, 25 de marzo de 2011

¡Por fin es viernes!

Bueno, hoy no me he olvidado el portátil en casa y he podido trabajar en la oficina. Buen comienzo.

Llevamos toda la semana con buen tiempo primaveral (para mañana se estropea, cómo no, para el fin de semana, yo que tengo ganas de subir a la terraza), sol, hasta 16º, ya no uso las orejeras y esta tarde tampoco los guantes gordos.

Después del curro nos hemos ido al bar de Pepe. No me acuerdo si alguna vez he hablado de Pepe. Lleva como 30 años por aquí. Ha vivido también en Alemania y creo que en Suiza. Se casó con una holandesa y llevan un restaurante en Boxmeer.

Pepe es de Murcia. Y nos cuida muy bien a todos los españoles, desde los becarios a los que trabajamos allí. Es el punto de reunión para el grupo. No sé a cuántos habrá visto pasar por allí. Unos que llegan, están unos meses y se van, otros que están un tiempo, luego vuelven, otros se quedan... Desde que estoy aquí he visto irse ya a unos cuantos amigos (así sin pensar mucho me salen por lo menos 7: Esther, Isaac, Isa, Paula, Mitch, Ana, Fernando...), y cuesta verles marcharse, no sé cómo Pepe lo llevará.

En fin, no me acuerdo ya de lo que quería escribir hoy, debe ser el sueño... Dejo este intento de entrada, mañana a ver si me inspiro más. Esto me pasa por escribir a estas horas... En cualquier caso mañana es sábado y no tengo que madrugar :D

jueves, 24 de marzo de 2011

Día chungo

Soy imbécil (segunda parte)

Desde luego que es verdad eso de que hay partes de tu vida que son cíclicas... Hace más o menos un año me dejé la bici con la llave puesta en la estación (claro que quién iba a llevarse esa mierda de bici... no la querían ni regalá), y hoy me voy al trabajo y al llegar me doy cuenta de que me he dejado el portátil en casa.

Una ovación para mí. Me la merezco.