miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Qué he hecho yo para merecer esto?

... pues resulta que mi última aventura con la bici no ha tardado tanto.

Ayer me pegué la hostia de mi vida en bicicleta. El lunes estuvo nevando a ratos y un compañero nos avisó de que esa nieve no iba a cuajar pero que enfriaría la carretera y si llovía y al día siguiente hacía frío, encontraríamos hielo en las carreteras.

Pues mientras iba dando la vuelta a la rotonda, ¡catapum! el suelo se me echó encima.

Caí sobre mi lado izquierdo, masacrando la rodilla, sobre todo, pero también la otra, el codo izquierdo y parte de mi culo (que ahora parece que tiene tatuado una supernova multicolor).

Me quedé tumbada boca arriba pensando en lo de que sí, la nieve enfriaba el asfalto.

Un chavalín de unos 13 años vino a ayudarme a levantarme mientras una señora se resbalaba pero mantenía el equilibro. Me ayudaron a levantarme, preguntaron qué tal estaba, si necesitaba ayuda y yo les agradecí mitad inglés, mitad holandés. La señora parecía más preocupada por el hecho de que tenía un roto en el pantalón que por el hostión que me había dado. Como vieron que llamaba a alguien y les dije que estaba bien, se marcharon.

Mis rodillas estaban destrozadas, en el momento en que vi un agujero en los pantalones y los subí vi aquello que ya no era rodilla: un raspón enorme sanguinolento, un huevo amarillo y azulado por la sangre... Bueno, por lo menos no se veía hueso.

Llamé a mi jefe y le dije que no podía caminar. Luego me confesó que pensaba que le llamaba para decirle que había perdido el tren. Me vino a recoger bastante nervioso y al verme las rodillas me preguntó qué prefería, si el hospital o el médico. Pensé que mejor probar con el médico primero.

Así que mi jefe habló con la secretaria para ver dónde había un consultorio. Resultó que había uno a la vuelta de la esquina. Dejamos mi bicicleta aparcada en la acera y nos fuimos. Menos mal que iba con un nativo... Al entrar en la recepción nos esperaba una señora rubia de unos 60 años con la ventanilla cerrada. Tardó unos segundos en levantar la vista, mirarnos mal y abrir. Él le explicó lo que me había pasado y la tía borde le dijo que estaba muy lleno y que bueno, nos sentáramos, pero tendría que esperar. Eso sí después de dar mis datos: mi nombre, mi tarjeta del seguro, mi fecha de nacimiento, mi dirección, mi código postal...

Pues sintiendo mis rodillas palpitar y en llamas me senté. Tardaron bastante en atenderme. Por lo menos 3 personas pasaron antes de mí y mi jefe estaba ya un poco nervioso mirando su Blackberry cada dos por tres. Creo que hasta que no se levantó a ver por qué no podían atenderme no me hicieron mucho caso.

Por fin me llevaron a una consulta donde la doctora preguntó qué había pasado y mi jefe le contó. Me desinfectaron las heridas, me exploraron las rodillas, me hicieron un daño que flipas y me mandaron al hospital con la rodilla vendada pensando que tenía la rótula rota :( Eso sí, previo paso de rellenar un formulario, así que otra vez dando mis datos: mi nombre, mi tarjeta del seguro, mi fecha de nacimiento, mi dirección, mi código postal...

Así que con mi jefe al hospital. Una vez allí me quedé en la puerta mientras aparcaba el coche. Cuando entramos preguntó Reinder por la sala de radiología y la señora al verme nos dijo que podía coger una silla con ruedas por 2 euros. Jo, qué silla, me recordaba a esas metálicas de jardín pero con ruedas. Como no tenían nada para apoyar la pierna iba tirando de abdominales para mantenerla en alto. Y como había estado lloviendo se me mojó todo el culo, pero con el estrés de la rodilla ni me di cuenta.

Así que a dar otra vez mis datos: mi nombre, mi tarjeta del seguro, mi fecha de nacimiento, mi dirección, mi código postal, mi teléfono, mi email, mi médico, mi farmacia (¡hasta la farmacia!).

De ahí a la sala 024 para entregar el papel y oootra vez, mi fecha de nacimiento, qué obsesión.

Así que mientras esperábamos mi jefe dio parte a la secretaria de lo que me había pasado y me habían dicho y retrasó una reunión que tenía ese día (bueno, por la mañana también íbamos a tener una juntos, pero resultó ser otro tipo de reunión).

Esperando otro buen rato hasta que me pasaron a la sala de rayos. Una señora me explicó que me iba a hacer 2 radiografías a ver si se veía algo y si no, una tercera doblando la rodilla. Pues nada, dos placas en posturas un poco incómodas y al final me tocó sufrir con la rodilla doblada sujetando yo misma el chasis de la película. Ains. Tanto sufrimiento por lo menos tuvo un final feliz: no tengo la rótula rota.

¡Buh! Zuzto

Mi rodilla tiene esta pinta. Esta mañana me he quitado el vendaje para empezar a doblar la rodilla. Y duele de cojones.

Mis compañeros en el trabajo me han mandado una planta y una tarjeta para desearme que me recupere pronto. ¡Qué majos todos!

Así que a descansar y esperar que la rodilla pase por una gama de colores que ni las Alpino.

5 comentarios:

  1. Madre mía, que golpe te diste, que dooolorrrrr jajajaja.
    Me he reído un montón con tu descripción.
    Espero que te encuentres mejor!
    Un saludo!

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  2. Lo que más me ha sorprendido es que las sillas valgan 2€...y por supuesto que te pregunten a que farmacia vas jaja
    Con la pinta que tiene, ya me imagino lo que dolerá cuando se haga costra y tengas que estirar y flexionar la rodilla...
    Besos y no cojas más la bicicleta!! andando a todos los sitios!

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  3. Jelens: Es que con humor las desgracias se llevan mejor. Ya me tomo con filosofía todo lo que me pasa...
    ¡Gracias! Ya la cosa va mejor, por lo menos puedo ir dando paseítos por la casa e ir doblando la rodilla chunga.

    Tomate: sí, aquí tienes que ser "cliente" en una farmacia porque así te envían las recetas directamente. Pero que me acuerde del nombre en esos momentos...bueno, ni en estos ¿cómo se llama mi farmacia? ups.
    Sí, la costra ya está ahí y duele que no veas, pero aún no sé si todo el dolor es la herida o el hostión que lleva la rodilla, o un fifty-fifty.
    No, no, de momento la bicicleta se queda en la oficina donde me la llevó mi jefe (montado en ella, cachis, qué imagen me perdí). Por lo menos hasta la vuelta de navidades nada de bici. Y nada de andar, que unos metros vale, pero mucho me duele, si parezco Chiquito de la calzada.
    Jarl!

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  4. Me alegro que el parte de daños finalmente haya sido "superficial".
    Ahora deberás grabar instrucciones en vídeo (guardarlas en ámbar es opcional) para que la Eva del futuro no tenga ninguna recaída :)
    Ánimo con la cicatrización!!!

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  5. Pues sí Rific, una cinta de video con instrucciones para no pillar la bici cuando hiele no estaría mal. Y también una que diga: Eva, cuando te encadenen la bici en la estación y vaya a nevar, déjala ahí que está muy bonita.
    Gracias por los ánimos, en ello estamos!!

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