lunes, 9 de mayo de 2016

El Giro de Holanda

Bien es sabido que los holandeses son gran amantes de la bicicleta: bicicleta normal, de carreras, de montaña, "de abuela", con cajón delantero, cajón trasero, bici bala... posibilidades las que quieras.

Y además, les gusta ver ciclismo.

Así que, ¿qué mejor que traerse las grandes carreras a Holanda? Si el año pasado el Tour vino a Utrecht, no vamos a ser menos en Gelderland (o Güeldres, algún día debería hablar de las traducciones de nombres al español) y nos trajimos el Giro.

¿Que qué narices hace el Giro de Italia en Holanda? Pues sacarse unos cuartos extra, porque lo que habrá pagado la región para tener los 3 primeros días de Giro aquí debe haber sido importante (eso sí, dinero para arreglarnos las calles de nuestro gueto, no).

Y así tuvimos una etapa en Apeldoorn el viernes, el sábado recorrieron 190 km para llegar de Arnhem a Nijmegen (que de forma normal son unos 20 km de centro a centro de ciudad) y el domingo otros 190 km de Nijmegen a Arnhem (que les gusta dar vueltas a lo tonto a estos muchachos).

Y oye, al César lo que es del César, los holandeses se involucran en la fiesta hasta la médula: banderitas rosas por toda la ciudad, tiendas decoradas de rosa, camisetas, gorras, sombreros, collares de flores (rosa)... ciudad y gentes engalanadas para recibir a los ciclistas.

Seguro que cuando planearon la carrera no se esperaban más que lluvia y viento, pero parece que nos ha llegado el verano adelantado y hemos tenido unos días de sol y calor (alrededor de 25 grados) mientras en España se sacan la barca.

Y nosotros no nos quejamos, que vengan más veces si van a traerse consigo esta maravilla primaveral :D

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