jueves, 9 de abril de 2009

Un torrente en el cuarto

Cada vez que me pasa algo nuevo en el apartamento me viene a la cabeza la película Esta casa es una ruina (y ese pavo volando).
Ayer me bajé al cuarto de la lavadora y la secadora a lavar mi ropa. Y digo cuarto cuando en realidad no lo es, es un rinconcito que hay al lado de la entrada y que da a la puerta de algún cuarto que desprende un calor antinatural (pensé que sería la caldera de la calefacción, pero conociendo a estos holandeses lo mismo es una mini planta de compost).
En fin, que cuando me fui a recoger la ropa y abrí la puerta se salió el agua y se inundó el suelo, que mis reflejos están bastante bien, pero no como para que no cayera nada. Ya me veía tendiendo la ropa en la bañera, pero al volver a centrifugar tiró toda el agua que quedaba dentro.
Y es que efectivamente la casa es un poco ruinosa y nada funciona a la primera. He descubierto que si no utilizo el gas de la cocina durante un par de días el calentador no se enciende porque no le llega el gas.
Qué casa más buena me ha tocado, eh? Encima antes de ayer mi vecino de la izquierda pensó que las once de la noche era el momento ideal para taladrar la pared...

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