miércoles, 23 de septiembre de 2009

Aterrizando otra vez

Odio volar. No es que me dé miedo, para nada. Pero es que notas como pasa un tiempo precioso de tu vida que no va a volver: entre las 2 horas que tienes que estar antes de salir, las otras 2 horas y pico de avión, esperar a que el avión salga y que aparque una vez aterrizado (mira, otra cosa que no me mola es el aterrizaje, que notas como el estómago va de arriba a abajo), esperar la maleta y luego, por último otras 2 horitas de tren.
Todo esto se traduce en: salí de casa a las 13 y llegué a la otra casa a las 21:45, ¿cómo se te queda el cuerpo? Pues el mío como un trapo.
Pero en fin, que no seamos negativos. Que he pasado 10 días en casita disfrutando de no hacer nada, que para eso estaba de vacaciones. He hecho mis recados y mis compras, he visto a amigos (no tantos como quería, pero es que en tan poco tiempo no se puede hacer todo lo que se quiere) y a la familia, he dormido en mi camita y comido pescado, tortilla y cocido!
Un buen balance. Además he ido de boda y he visto el baloncesto en tele de verdad, y no sólo eso, es que también hemos ganado xD.
Una última cosita... si alguna vez voláis de Madrid a Ámsterdam con Iberia que sepáis algo: antes de salir el avión se retrasará sospechosamente y os dirán que es que hay pasajeros que no se han presentado al vuelo y por razones de seguridad están sacando su equipaje. Pues es mentira. Es eso o qué casualidad que las 2 veces que he hecho ese trayecto con Iberia ha pasado eso. Pero en el vuelo al revés no pasa. Debe ser que los pasajeros de Barajas son más tontos...

1 comentario:

  1. Joer, tanto tiempo de cuenta atrás, y sin que nadie se de cuenta... ya estás de vuelta.
    bah! seguro que ya tenías ganas de volver a la rutina, el curro y todo eso :-)

    bienvuelta
    Mike

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