jueves, 22 de mayo de 2014

Día de elecciones

Esta vez sí que nos acordamos del papel: hace unas cuantas semanas recibimos una carta del ayuntamiento diciendo que si queríamos votar para las elecciones europeas teníamos que rellenar un formulario con nuestros datos.

Pues así lo hicimos y a la semana siguiente nos envió otra carta el ayuntamiento recordándonos que en la carta pedían también una copia del DNI. Todo acompañado del formulario original con un asterisco rojo enorme en la parte donde pedían la copia y subrayado en fluorescente. Ups, pillamos al funcionario sutil...

Así que hace un par de semana enviaron la tarjeta para votar y un ejemplo de papeleta-sábana.


Una, acostumbrada al sistema apolillado de listas cerradas, no está muy suelta en estas cosas, así que leí bien las instrucciones para no cagarla :P

¿Cómo va la cosa aquí? Vas a tu local de votaciones (que puede ser una estación de tren o en nuestro caso una residencia de ancianos), entregas tu papel de votar, te buscan en la lista y te dan tu papeleta, te vas a una casetilla abierta y votas con un lápiz rojo a la persona que quieres. Sólo una y si es la última de la lista, pues esa. Por último pones el voto en un contenedor como los de la basura. Esta gente lo ha clavado con esa ironía.

Y ahí mi primera votación en Holanda. No fuera de España, porque ya voté en Alemania, donde por cierto, también echan la papeleta al contenedor de basura... ¡Qué desarrollado tienen en el norte el verdadero significado de una papeleta!

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