sábado, 7 de mayo de 2011

Picnic

Con el buen tiempo que estamos disfrutando estos días apetecía irnos al parque a tumbarnos y no hacer ná.

Ayer por la tarde en la oficina Justyna y yo decidimos que irnos de picnic sería una buena idea. La verdad es que la logística no es lo nuestro y tenemos que practicar más, pero esta mañana nos hemos puesto todos de acuerdo y hemos quedado en el parque Goffert. Cada uno llevaría algo para poner en común. Nuestra parte: vasos y cubiertos de plástico, el pan y tachán tachán: dos tortillas.

Pues nada, después de más de un año sin practicar me ha tocado hacer dos tortillas. Helena y yo hemos estado pelando y cortando patatas y un rato bien largo para freír todo. A la sartén de las tortillas y he aquí el resultado:
Mis niñas...

La verdad es que parecen radioactivas ¿eh? Los huevos eran tan naranjas que se han quedado super raras. Estaban ricas, pero tengo que seguir practicando porque no estaban muy sabrosas. Es mi sino: si están bien de sabor, las patatas se me quedan duras; si las patatas están en su punto, es el sabor el que falla. Aún me quedan muchas tortillas para llevar al nivel de la tortilla de mi padre, aysss.

Por cierto, Helena y yo las primeras en el parque a las 15, y esperando ¡una hora! a que llegaran el resto. Lo que decía: nos falta práctica.

2 comentarios:

  1. ¡Qué buena pinta que tienen! Eres la Ferran Adrià de Holanda. Hasta se puede sentir lo esponjosa que es y se huelen las patatas. Huff, me está rugiendo la anaconda en el estómago. Y encima, dejas la cocina limpita! ¿dónde te puedo comprar? Besos, Jordi.

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  2. Cuida bien de la anaconda, no te vaya a dar algún susto ;)
    Besos.

    PD. No estoy en venta :P

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